“Mujeres a Escena es un festival para construir juntos”

Viviana Perea resalta los ejes del encuentro internacional teatral.

 LA ACTRTIZ Y DIRECTORA VIVIANA PEREA.- LA ACTRTIZ Y DIRECTORA VIVIANA PEREA.-
05 Agosto 2017

Viviana Perea se vincula con el Festival Internacional Mujeres a Escena desde múltiples espacios: es su directora, pero además lo hace como artista y como militante de los derechos de género. “Nuestro objetivo es abordar, a través de las artes escénicas, las problemáticas y las reivindicaciones en torno a la mujer; reflexionar sobre ellas; juntarnos y hermanarnos para construir redes de intercambio y apoyo”, adelanta para esta séptima edición, que comenzó el viernes y concluirá en una semana.

Desde lo artístico, las propuestas abarcan la comedia, el drama, los textos clásicos y los contemporáneos, y las creaciones colectivas. “Porque tanto contamos historias de modelos a seguir como nos reímos de nosotras mismas”, explica. Esta propuesta busca, además, potenciar a la Asociación de Salas Independientes (ASIT) como espacios donde se produce cultura y se genera arte.

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El origen del festival internacional fue en 2008, cuando Perea dio un paso más en un tema que ya venía estudiando y en el que estaba involucrada, como es el de las nuevas directoras en Tucumán. A la idea original se sumó el interés de muchos colegas hombres en hablar del universo femenino, pese a que sólo cuatro elencos locales abordaban en sus espectáculos la figura de la mujer.

“Al año siguiente lanzamos la convocatoria en internet y nos llegaron más de 20 propuestas de todo el país y hasta de Chile, por lo que se fue abriendo el juego. Desde entonces, todo fue en crecimiento, y a las funciones les sumamos la realización de talleres y capacitaciones. Un golpe fue en 2012, cuando la falta de apoyo económico nos obligó a suspender la quinta edición del festival; pero eso nos obligó a pensar en nuevas formas de producción y al año siguiente asumimos el compromiso de no dejar de hacerlo con grupos locales, para luego volver a lo internacional”, recuerda. 

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Por las salas desfilaron diversos géneros y estéticas: teatro de objetos, danza teatro, clown, cuentacuentos, títeres, teatro experimental, transformismo... “Todo nos despertó muchas preguntas. ¿Cuál es la línea que marca el límite? ¿Hay un límite? ¿Qué nos impulsa a seguir hablando y reflexionando sobre las mujeres? ¿Las problemáticas sociales actuales se ven reflejadas en nuestros espectáculos? ¿Quiénes hablan de las mujeres? ¿Qué dicen las teatristas de sí mismas? ¿Cuál es la mirada de los hombres acerca de la mujer en los espectáculos en cartelera?”, menciona.

Perea aclara que en este tiempo los modos de producción han cambiado: “han surgido nuevas leyes y nuevas problemáticas que nos obligan a repensar sobre importancia y la vigencia de un festival de Teatro de Género, y cada día encontramos más material”. Entre esas mutaciones menciona la sanción de las leyes de identidad de género y de matrimonio igualitario, y las condenas por trata de personas, aunque no se arriesga a afirmar que se haya mejorado en forma integral cuando en la Argentina muere una mujer cada 18 horas por violencia de género. “Ha aumentado la conciencia y la denuncia, exigimos la necesidad de hacer algo y me emociona ver que hay compañeros que luchan junto a nosotras, pero aún podés escuchar el ‘algo habrá hecho’, ‘se lo buscó’, ‘mira cómo estaba vestida’. Falta desterrar esas frases que nos afectan a todas y dejar de pensar a la mujer como un objeto del que alguien puede ser dueño”, enfatiza.

“Los logros de diversas mujeres, en lo particular y en lo grupal, abren la posibilidad de reflexión y de saber que aún hay un largo camino por recorrer -advierte-. Esto nos alienta a seguir trabajando, a seguir construyendo puntos de encuentro, de debate, análisis y reflexión entre todos, porque este Festival no es sólo para las mujeres: es para construir juntos”.

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