Tres huracanes siembran terror en el Caribe

“Irma” se dirige a Cuba y a Florida, “José” avanza detrás y “Katia” amenaza a varios estados de México, ya golpeados por un terremoto

POSTAL DE SAINT MARTIN. El huracán “Irma” hizo destrozos considerables en la parte holandesa de la isla caribeña. fotos reuters POSTAL DE SAINT MARTIN. El huracán “Irma” hizo destrozos considerables en la parte holandesa de la isla caribeña. fotos reuters
09 Septiembre 2017

La isla de Barbuda está inhabitable, dijo una abogada a LA GACETA 
Meteoros que llegan desde la selva tropical africana

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MIAMI, Estados Unidos/LA HABANA, Cuba.- El descomunal huracán “Irma” seguía ayer su marcha hacia Cuba y el estado estadounidense de Florida después de dejar 17 muertos en el Caribe. “José”, otro ciclón de categoría cuatro, avanzaba detrás y un tercer meteoro, “Katia”, amenazaba a varios distritos de México.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de Florida, Rick Scott, instaron a los pobladores del sur de Florida a evacuar con urgencia. “‘Irma’ es de una proporción épica, tal vez más grande de lo que hayamos visto nunca. Salgan de su camino si es posible”, tuiteó Trump.

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“Irma” se debilitó a categoría 4 sobre un máximo de 5, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, pero sigue siendo una de las tormentas más poderosas que Florida haya enfrentado alguna vez. Casi 650.000 personas recibieron orden de evacuación en la zona.

Cerca de 5,5 millones de habitantes viven en el área metropolitana de Miami, donde las autoridades dispusieron transporte gratis para los residentes. Las rutas siguen atestadas de autos que se dirigen hacia el norte. El aeropuerto internacional permanecía abierto, aunque muchos vuelos fueron cancelados.

El gobierno cubano evacuó a más de 36.000 turistas extranjeros de las playas del centro y del norte del país, y miles de cubanos fueron alojados en escuelas erigidas como refugios provisionales. (DPA)

La isla de Barbuda está inhabitable, dijo una abogada a LA GACETA 

Puerto Rico es un país paralizado tras el paso de “Irma”. Ninguna institución gubernamental funciona, los negocios están cerrados, y muchas calles continúan obstruidas por árboles y elementos que arrastraron los vientos que se abatieron esta semana sobre la isla.

En comparación con otros territorios del Caribe, sin embargo, no es el que peor lo está pasando.

La isla Barbuda, por ejemplo, es tierra arrasada e “inhabitable”, según contó a LA GACETA Irma Rivera Lassem, abogada e integrante del Consejo Consultivo del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem).

“Nuestros corazones están con Barbuda, donde el 50% de los edificios han sido destruidos y la población no ha sido evacuada. Si llega otro huracán, no sabemos qué va a ser de ellos”, alertó.

Rivera Lassem detalló que se prepararon para la llegada del huracán desde varios días antes. “El lunes, cuando se anunció que podía tocar Puerto Rico, empezamos a asegurar puertas y ventanas, a quitar todo lo que pueda ser arrastrado por el viento, a acopiar agua y a cargar los artefactos a batería o generadores”, explicó. “Estamos sin energía eléctrica desde hace varios días y -si bien hasta ahora no ha faltado el agua- vamos a tener problemas si no vuelve la electricidad. Además, nos llegan noticias de que los generadores del hospital público han empezado a fallar”, añadió. “Irma” no golpeó de lleno a Puerto Rico, pero igualmente dejó devastación a su paso.

La preocupación, ahora, es que otros dos -“José” y “Katia”- se ciernen sobre el Caribe, en una combinación de huracanes nunca antes vista en el Atlántico.

Meteoros que llegan desde la selva tropical africana

Los huracanes son tormentas tropicales que se originan cuando se forma un foco de precipitaciones sobre la selva tropical del continente africano que los vientos alisios trasladan hacia el Caribe. Cuando la temperatura del agua se encuentra a 26 grados Celsius o más, el aire caliente y húmedo se eleva, y comienza a girar dando fuerza a la tormenta.

Si, además, se produce un viento constante de entre siete y 10 kilómetros por hora, la columna de nubes no se dispersa. Entonces, comienzan a rotar al rededor del ojo de la tormenta fuertes vientos y chubascos. Por el contrario, en el centro, el viento cesa y se registra una baja presión atmosférica.

La presión atmosférica indica lo fuerte que es una borrasca. Una presión atmosférica baja en el centro de un huracán señala que existe una gran diferencia con la presión externa de la tormenta. Como el viento depende de las diferencias de presión, las grandes variaciones provocan vientos de gran velocidad y una mayor fuerza de destrucción. Una velocidad de viento de casi 300 kilómetros por hora, como la alcanzada por “Irma”, es muy poco común.

“Irma” ya ha roto al menos dos récords: es el fenómeno que golpea con vientos máximos de forma ininterrumpida durante más tiempo y el que alcanzó las mayores velocidades en el Atlántico, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Con velocidades de casi 300 km por hora durante más de 37 horas ininterrumpidas, es el huracán que ha soplado durante más tiempo desde que empezaron las mediciones, a comienzos del siglo XX, según la OMM. (DPA)

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