Clan Reynoso: “Siempre voy a creer que ellos mataron a mi padre”

Una de las primeras personas que denunció al Clan Reynoso fue Natalia Moyano, quien los acusa de ser responsables de la muerte de su padre y de quitarle varias propiedades a su familia. Además, señaló que la “apretaron” con armas de fuego una semana después de velar a su padre para que no hiciera ninguna denuncia.

-¿Cómo murió su padre? ¿Por qué sospecha de los denunciados?

-Mi padre nunca tuvo relación con los Reynoso, pero sí con Juan Carlos Ortiz, que es un tipo que estafa gente y que siempre está con ellos. Mi papá le dio una mano con trabajo, y empezó a decaer económica y psicológicamente. En una ocasión, Ortiz salió en la camioneta y volvió en colectivo. Dijo que se la habían robado los Reynoso y le dijo que no pusiera la denuncia, que él la recuperaría. A mi padre lo encontraron muerto los vecinos el 11 de julio de 2011, vestido y acostado en la cama. La puerta que da a la calle estaba abierta. La única persona que estaba en el lugar era mi abuela, pero nunca pudo decir nada: lloró durante dos días y falleció. Yo siempre voy a creer que lo mataron.

-¿Qué pasó después?

-Ahí conocí a los Reynoso, cuando me fueron a golpear mientras me gritaban que no pusiera abogados. Me amenazaron con armas de fuego y me arrinconaron. Uno de ellos, el padre, se bajó con un bidón y me dijo que me iba a prender fuego. Tengo todas las denuncias hechas.

-¿Qué ocurrió con las propiedades?

-Antes de morir, a mi padre le robaron las escrituras de 14 propiedades. Tras su muerte, ellos aparecieron con documentos diciendo que mi padre les había cedido algunas, pero no concuerdan las firmas. Incluso sacaron a los inquilinos que estaban alquilando a punta de pistola; estas personas no quieren decir nada por miedo. Los Reynoso actúan así, con violencia. Simulan que quieren comprar una propiedad y se la quedan. Luego, cuando alguien les reclama, aparecen en patota, porque nunca andan solos, y lo aprietan, le apuntan con un arma de fuego a cualquiera. Todos los conocen en Tafí Viejo, es un lugar chico.

-¿Por qué decidió hacer público el caso?

- Porque hace mucho tiempo que venía haciendo las denuncias sin resultados. Por miedo, cansancio o no tener fe, mucha gente de Tafí Viejo no se animaba a hacer nada. Preferían perder el dinero o la propiedad, pero ya es momento de que a esta gente se le termine la fama de matones. Y sé que ahora aparecieron muchísimas denuncias más (oficialmente son 17). A partir de que lo hice público, se animó la gente a hacerlas.