River pegó primero y ganó el primer superclásico del año

El "Millonario" venció al Xeneize por 1 a 0.

22 Enero 2018

El primero, el que no vale nada pero vale el mundo, fue para River. Ganó bien el superclásico el “Millonario”, pero no porque brilló en todo su esplendor sino porque entendió mejor el juego y supo cómo cortarle cada intención a un Boca tan pasivo como quien está resignado y debe esperar el colectivo después de haber llegado un minuto tarde a la parada.

Hubo puntos altos en el equipo de Marcelo Gallardo, sí. Los laterales, los juveniles Marcelo Saracchi, una de las figuras, y Gonzalo Montiel; también Gonzalo Martínez, la gran manija de una ofensiva que encontró el único gol del partido a partir de una gran definición de Rafael Santos Borré, justamente el reemplazo de la compra estrella del verano riverplatense, Lucas Pratto, licenciado por Gallardo.

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Anoche, River mostró otra personalidad, en comparación con sus últimos amistosos. Claro, en frente estuvo Boca, al que dominó desde lo mental, desde lo táctico y también desde lo territorial. Martínez estuvo tan atento que hasta jugó solo. Fue el equilibrista que corrió por la cornisa. Gambeteó “Pity”; encaró e hizo jugar al fútbol. Y también jugó solito al fútbol cuando ni Ignacio Fernández ni Enzo Pérez ni el propio Ariel Rojas (cuando ingresó) fueron el socio ideal para tirar una pared como la gente.

Digan que Leonardo Ponzio siempre es Ponzio, el león del mediocampo “millonario” que mantiene la estantería perfectamente limpia. Y digan, también, que atrás, la zaga estuvo correcta ante los embates displicentes de los inconexos Carlos Tevez y Cristian Pavón. La tarea, al fin y al cabo, de los de River se vio potenciada y agigantada por el flojo andar de Boca.

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Ojo, River mereció ganar, nadie puede decir lo contrario ni cuestionarlo. El gol de Santos Borré sobre el final del primer tiempo maquilló la buena tarea del futuro ganador, incluso cuando ni Pérez ni Fernández estuvieron activos en la cancha.

Por eso, Gallardo se habrá ido contento con lo visto. En líneas generales, River fue rebelde y ganó, precisamente, el partido que no vale nada pero que nadie quiere perder porque suma desde lo mental para el verdadero, para el que consagrará a uno de los dos como campeón de la Supercopa Argentina, el 14 de marzo.


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