El campo de juego de La Ciudadela parece una mesa de billar

El césped del estadio recibió un tratamiento especial. ¿De qué se trata?

EL TRABAJO RINDIÓ LOS FRUTOS ESPERADOS. El campo de juego de La Ciudadela luce renovado gracias al trabajo de los cancheros del club que fueron capacitados y dirigidos por la empresa Greenkeeper. LA GACETA / FOTO DE hector peralta EL TRABAJO RINDIÓ LOS FRUTOS ESPERADOS. El campo de juego de La Ciudadela luce renovado gracias al trabajo de los cancheros del club que fueron capacitados y dirigidos por la empresa Greenkeeper. LA GACETA / FOTO DE hector peralta
03 Febrero 2018

Que un equipo pueda desplegar buen fútbol durante un partido depende de múltiples factores. Como primera medida se debe contar con jugadores apropiados para el esquema que se pretende utilizar. Otro punto fuerte es el trabajo semanal para tratar de que las diferentes piezas confluyan de la mejor manera posible. También es clave acertar el planteo para contrarrestar el juego propuesto por el rival; además, claro, de rogar para que los jugadores propios tengan la mejor tarde posible.

Ahora sí, hay algo que si bien es secundario no pasa desapercibido y tiene influencia directa en el modo en que se debe jugar determinados duelos: el estado del campo de juego.

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Es cierto que los dos equipos juegan sobre el mismo terreno y no sirve de excusa cuando las cosas no salen como se las espera. Pero el estado del campo es clave. Poco y nada sirve tener a los mejores intérpretes del juego al ras del piso, cuando el césped no ayuda un poco.

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Así lo piensan en La Ciudadela. Por eso, mientras el plantel se ponía a punto con Rubén Forestello a la cabeza, para tratar de llegar diez puntos a la reanudación de la B Nacional, expertos en campos de fútbol se pusieron a trabajar para dejar La Ciudadela hecha una “pinturita”.

La empresa Greenkeeper es la encargada de poner en condiciones el campo de Bolívar y Pellegrini y, también los del complejo “Natalio Mirkin”. Pero ahora, con más tiempo, gracias al receso, pudieron llevar a cabo un plan de trabajo que permite que, mañana contra Los Andes, la cancha luzca como hace mucho tiempo no se la veía.

“Cuando San Martín jugó su último partido del año pasado pusimos en marcha un plan de trabajos para ir mejorando la calidad de la superficie de juego”, explica en diálogo con LG Deportiva, Pablo Peirano, encargado de la empresa que diseña los trabajos para que Oscar Aráoz, jefe de los cancheros del estadio y el ingeniero Gustavo Portillo (contratado por el club para seguir de cerca el proceso) puedan llevar adelante.

Durante mucho tiempo, el piso La Ciudadela fue motivo de debate. En los últimos años había mostrado cierto descuido y varios entrenadores habían puesto el grito en el cielo. Por eso, la dirigencia decidió tomar cartas en el asunto y tratar de que, de ahora en adelante, no haya retroceso en ese sentido.

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En principio se había pensado para este receso la eliminación total del césped kikuyo y su reemplazo por la grama bermuda, ideal para campos de fútbol. Sin embargo, por falta de tiempo se decidió posponer esa idea. De todos modos, eso no fue impedimento para que hoy luzca sus mejores galas. “Entre los trabajos que se realizaron hubo aireación profunda, corte vertical para disminuir el colchón de césped y arenado una vez por semana; además de un plan de fertilización constante”, afirma Peirano.

Con las numerosas lluvias que azotaron nuestra provincia durante las últimas semanas, el cuerpo técnico evitó que el plantel se entrenaara en el estadio con la intención de evitar romper lo que hoy parece una mesa de billar. “Preparamos el campo para el torneo y pretendíamos que llegue lo mejor posible”, asegura Peirano, antes de aclarar que de ahora en adelante no debería haber problemas para mantenerlo. “Con el uso normal que se le da a una cancha, más el cuidado que se tiene habitualmente no tendría que haber problemas. El mantenimiento debe ser constante y las horas de uso apropiadas. Puede estar bárbara la cancha, pero si se le da más horas de uso que lo normal pueden comenzar a aparecer los problemas”, advierte.

La Ciudadela está 10 puntos y Forestello sonríe. Ahora necesita que aparezca el buen fútbol y las victorias. Esa misión le corresponde al equipo.

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