El cambio de mano en Mendoza al 900 marea a los conductores

En Mendoza y Salta falta señalización, y en Mendoza y Catamarca, sobra. De noche, la calle se usa como doble mano, dice el empleado de un quiosco

HACIA LA DERECHA. El semáforo y una gran flecha blanca en el pavimento advierten el sentido de circulación. la gaceta  / FOTOsDE JORGE OLMOS SGROSSO HACIA LA DERECHA. El semáforo y una gran flecha blanca en el pavimento advierten el sentido de circulación. la gaceta / FOTOsDE JORGE OLMOS SGROSSO
19 Febrero 2018

Hace dos semanas que se cambió el sentido de circulación de la calle Mendoza al 900 y, hasta el momento, los conductores se marean cuando llegan a la intersección de esa calle con Salta y Catamarca. La razón es simple: todavía no está resuelto algo tan básico y necesario como la señalización.

Los conductores que van por Salta, al llegar a Mendoza no tienen ninguna referencia sobre cuál es el sentido de circulación de la calle. El semáforo no señala la posibilidad de girar a la derecha y en el cartel de nomenclatura de la calle brilla por su ausencia la flecha que indica el sentido de esa cuadra (fue sacado cuando se hizo el cambio).

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De noche, una avenida

Facundo Suárez, empleado de un drugstore 24 horas ubicado en la esquina de Catamarca y Mendoza, comentó que los días posteriores a la inauguración transcurren, por ahora, medianamente tranquilos. Destacó que no faltan las frenadas de conductores que se encuentran con los carteles de contramano o con algún auto de frente. Y además que en las horas pico la circulación de peatones y automóviles se vuelve caótica. “Los varitas están a la mañana. Y a la tarde, de vez en cuando”, afirmó Suárez. “La gente respeta las señales porque están los agentes de tránsito y porque de día el flujo de vehículos es muy grande. Pero de noche... se convierte en una avenida la Mendoza al 900: cruzan en las dos direcciones los autos y las motos, los que vienen desde la Salta (que circulan bien) y los que se meten en contramano que vienen de Mendoza al 1.000 o de Catamarca. Es un peligro”, subrayó.

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Es una prueba

“El cambio es para aliviar la circulación por Salta que actualmente tiene la confluencia de Mendoza al 800 en un sentido y al 900 en otro”, había explicado Juan Giovanniello, subsecretario de Tránsito y Transporte municipal, acerca de la modificación. “Prolongar el sentido de circulación de este a oeste de la Mendoza, desde Junín y hasta Catamarca, facilitará la salida del microcentro a los vehículos. Y los vehículos provenientes del oeste por el túnel de Mendoza al 1.200 podrán dirigirse hacia el norte, por Marco Avellaneda y Catamarca, o al sur, por José Colombres”, especificó el funcionario.

En cambio, Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte de la Municipalidad, había advertido que este cambio formaba parte de una prueba. “En teoría el objetivo es descomprimir la Junín y la Salta, pero en la práctica hay que ver cómo funciona. Si oxigena esas calles, pero asfixia todavía más la San Juan o la Corrientes, entonces no sirve de nada”.

La prueba de fuego todavía no ha llegado. El 5 de marzo cuando los chicos vuelvan a la escuela y las calles de la ciudad otra vez se colmen de autos, motos y colectivos que viajan con mayor frecuencia se podrá medir con mayor certeza la efectividad de esta modificación.

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