El cumpleaños de Alperovich puso en veredas diferentes a Manzur y a Jaldo

En el entorno del senador advierten que, la del sábado, fue una reunión privada. El jaldismo habla de mensajes políticos.

FESTEJO. Alperovich abraza a su esposa. Sonríen sus hijos y Manzur. FESTEJO. Alperovich abraza a su esposa. Sonríen sus hijos y Manzur.

¿Fue sólo una reunión social, de festejo de un cumpleaños o un velado mensaje político hacia dentro del Partido Justicialista? La celebración de los 63 años del senador nacional José Alperovich dividió las aguas dentro del oficialismo. O más bien, aclaró algunas cuestiones tensas que vienen alimentándose con una relación tripartita que también contiene al gobernador Juan Manzur y al vicegobernador Osvaldo Jaldo, uno de los grandes ausentes en la carpa cumpleañera alperovichista del sábado. Las diferencias de criterio existen, por más que algunos referentes intenten bajarle el tono a las disputas internas.

De todas maneras, algo no será igual dentro del oficialismo. Más aún con las declaraciones del propio Jaldo, que el próximo jueves festejará su cumpleaños. “Sabíamos que algunos pícaros de afuera pretenden dividir al peronismo y ahora sabemos que también los hay dentro de la estructura partidaria que intentan debilitar al Gobierno”, dijo a LA GACETA el presidente de la Legislatura. Y continuó: “no sólo no voy a ser funcional a esa estrategia, sino que voy a trabajar para fortalecer esta gestión, de la cual soy parte”. De esa manera, el tranqueño deja en claro que no entrará en el juego de la confrontación institucional. También que la del sábado puede que haya sido una fiesta familiar (a Alperovich le asiste “el derecho de invitar a quien quiera”, indicó).

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Este fin de semana, el vicegobernador participó del primer Festival de Doma y Folklore San José Obrero que se realizó en Las Talitas. Curiosamente, el intendente de ese municipio Carlos Najar fue uno de los invitados al festejo alperovichista. “No me voy a meter en una interna política porque tengo muchos problemas que resolver cotidianamente en la gestión para dedicarme a eso”, fue lo que le dijo el talitense tanto a Jaldo como, en su momento, a Alperovich.

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En el medio de esta sorda disputa está el propio Manzur que ha dejado en claro que sólo hablará de candidaturas (particularmente, la reelección de la fórmula gobernante) a partir de marzo del año que viene. El mandatario provincial cree que no se pueden hacer interpretaciones políticas de una reunión social. “Hay que sumar para que nos vaya bien. Así como estuve en el cumpleaños del senador también estaré al lado de mi vicegobernador”, dijo Manzur ayer a LA GACETA en un intento por restarle dramatismo a la actual situación del oficialismo.

El tranqueño celebrará el próximo jueves sus 60 años. En tanto, el gobernador insistió, además, en que es prematuro hablar de posicionamientos de política electoral. “Falta mucho y aún resta correr bastante agua por debajo del puente”, dijo.

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Por el lado del alperovichismo, uno de los pocos que salió a hablar del tema fue el concejal capitalino David Mizrahi. “Fisuras dentro del partido, no creo que haya. No hay que mezclar compromisos institucionales o políticos con lo que fue un festejo privado”, puntualizó. “Por allí, tal vez haya más revuelo de lo que realmente debió ser; hace mucho que voy al cumpleaños del hoy senador y, en este oportunidad vi la misma gente, las mismas caras de siempre; faltaron algunos, aunque no conozco los motivos”, acotó.

La lectura política de un sector del justicialismo se alimentó con la presencia de determinados dirigentes territoriales en desmedros de otros que, en su momento, trabajaron para la campaña de Alperovich. También por la ausencia de Jaldo en charlas compartidas entre los principales referentes del oficialismo local. Como la del 5 de marzo en la concesionaria de propiedad de Alperovich; o la del 11 de este mes, en la residencia del actual senador, que fue visitada por el gobernador de la provincia.


Si bien aclaró que ni ahora ni antes fue invitado a las celebraciones de Alperovich, el intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros, se preguntó por qué se invitó a algunos dirigentes que antes no estaban en la consideración alperovichista. “Tal vez haya una necesidad de tener más protagonismo, pero los que tenemos responsabilidad de gestión no vamos a salir del foco de gobernar por algunas infantilidades (sic)”, indicó.

Monteros dijo que el Partido Justicialista debe trabajar por la continuidad de la fórmula Manzur-Jaldo.

En esta orientación, el jefe municipal dijo que el binomio gobernante puede sacar a relucir su fortaleza sobre la base de su poder electoral. “Entre las provincias con mayor peso electoral de la Argentina, Tucumán sigue siendo un bastión del PJ. Y ese mensaje es interpretado y respetado hasta por el mismo Gobierno nacional. Por eso, no podemos dar mensajes que impliquen señales de debilidad, más aún cuando a nivel nacional el PJ no pasa por un buen momento”.

Por estos días, el PJ padece el “síndrome Barcelona”, en el que el tridente de poder saca a relucir, veladamente, sus diferencias, aunque públicamente sostienen de que no hay grietas. De todas maneras, los posicionamientos territoriales ya son evidentes. Manzur dice que no habrá rupturas. Jaldo espera más gestos del gobernador. Alperovich sigue deshojando margaritas, pensando en continuar en la Cámara Alta o volver a la gobernación. Es el juego del poder.

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