19 Abril 2018
EN TODOS LADOS. Los hinchas que viajaron hasta La Paz dejaron en alto el nombre de Atlético. Hasta hicieron migas con Bolívar, el archirrival de The Strongest, que también festejó el triunfo “Decano”. FELICES. Luciano Sosa, que viajó en bus hasta La Paz, posa para la foto en el estadio al igual que Javier Sánchez y sus amigos Ulises y Sebastián. Ellos viajaron en avión, pero hicieron varias escalas.
En avión, en auto, colectivo y, si Bolivia hubiese tenido mar como tan justamente reclama su gente, también por barco hubiesen llegado los hinchas de Atlético a La Paz para ver el partido de ayer ante The Strongest. Porque aunque no fueron el millar y algo más que estuvieron en Santa Cruz de la Sierra el invierno pasado, centenas de “Decanos” dijeron presente en la capital boliviana.
“Sacamos los pasajes hace un mes y medio. Siempre tratamos de ir a donde sea que juegue Atlético. Estuvimos en Quito, Cartagena, Montevideo, San Pablo, Santa Cruz (por Copa Sudamericana), Buenos Aires y Mendoza en estos últimos dos años”, cuenta Javier Sánchez, de 29 años, que tuvo la suerte de viajar en avión junto a Ulises y Sebastián, dos de sus amigos. El trío se vio obligado a hacer paradas insólitas para llegar hasta La Paz. Primero fue a Buenos Aires. De allí, tomó el vuelo hasta Bolivia, pero tuvo que hacer una escala en Santiago de Chile. “Todo sea para ver a nuestro amado ‘Decano’”, dice Javier.
Sánchez y sus amigos se acoplaron en La Paz a otros fanáticos de Atlético que habían cruzado la frontera argentino-boliviana por tierra. Fue el caso de Fabricio Picco quién, también con amigos, llegó en auto hasta Tarija (ciudad situada bien al sur boliviano) después de más de 10 horas de viaje. Estacionaron el vehículo y allí tomaron un pequeño avión que los dejó en La Paz. “Llegamos la noche del martes, Otros aparecieron por aquí horas antes del partido”, aclara Picco.
Una travesía mucho más complicada tuvieron Luciano Sosa y sus amigos. “Salimos el domingo, a las 4.50, rumbo a san Salvador de Jujuy. Después fuimos a La Quiaca, cruzamos la frontera a pie y nos tomamos un colectivo que demoró 15 horas hasta La Paz. Hay muchas maneras de llegar hasta acá y todas son difíciles”, bromea Sánchez, que en el trayecto al “Hernando Siles” se cruzó con los hinchas de Bolívar y estos le hicieron un pedido: “que le ganáramos The Strongest”, revela Javier, con la sonrisa de haber cumplido el deseo propio y también el del archirrival del “Tigre”.
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