Sin contexto político y contención social, será difícil superar la crisis

05 Mayo 2018

Rosendo Fraga - Director del Centro de Estudios para la Nueva Minoría

Durante la semana pasada, la tensión económica derivó en crisis. El presidente Mauricio Macri parece enfrentar así su momento más difícil desde que llegó al poder en diciembre de 2015. Quizás tenga que revisar, tanto el enfoque económico, como la organización de su gobierno.

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Un año y medio atrás, la tasa de interés internacional era mucho más baja que ahora. Entonces, una estrategia que diera prioridad al endeudamiento externo parecía viable. Ahora, se ha hecho difícil y es posible que en el futuro lo sea aún más. Esta crisis es una evidencia de ello.

Políticamente, durante su gestión, el Presidente ha ido concentrado el poder en el equipo de la Jefatura de Gabinete. Primero coordinaba el Gabinete; después pasó a conducirlo y ya ahora el jefe de Gabinete representa al Presidente en el ámbito internacional.

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Pero la Argentina tiene una historia, una costumbre y una tradición, fuertemente presidencialistas. En los momentos difíciles, es con el Presidente con quien quieren hablar no sólo lo dirigentes políticos y sociales, sino también los agentes económicos.

Ello implica que para contener la crisis económica y gestar los acuerdos políticos que contribuyan a ello, será necesario un rol más activo y presente por parte del líder político, que es el Presidente.

Pero también se hace necesario ahora atender el frente social. El jefe de la Policía Bonaerense (Fabián Perroni), públicamente ha advertido que personas sin recursos están protagonizando hechos delictivos y que no podrá combatir con eficacia la droga y el delito si hay hambre.

Puesto en estos términos, es necesario advertir que la suba del dólar de los últimos 15 días, generará un aumento de la inflación, en un país con la tasa de inflación más alta de América latina, salvo Venezuela. El aumento de ella implica incremento de pobreza e indigencia. Además, una tasa de interés en 40%, implica un freno a la economía y la posibilidad de entrar en recesión.

A ello se suma la reducción del gasto público -incluyendo menos obra en infraestructura-, lo que traerá menos actividad económica también. Esto hace necesario poner atención a la situación social, buscando anticiparse a los conflictos y encontrar la manera de contenerlos. Es así como, sin consenso político y contención social, será muy difícil superar la crisis económica.

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