Lula cumple un mes preso y espera la decisión de la Corte

El Tribunal Supremo de Brasil evalúa si el juez Moro se excedió al dictar la detención. El ex presidente será candidato, aunque siga detenido, afirma el PT. Cuestionan la decisión del magistrado de Lava Jato

ACAMPADA. Unas 1.000 personas permanecen instaladas frente al lugar de detención del ex mandatario.  credito ACAMPADA. Unas 1.000 personas permanecen instaladas frente al lugar de detención del ex mandatario. credito
07 Mayo 2018

CURITIBA, Brasil.- El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cumple hoy un mes de prisión por una condena de 12 años y un mes por corrupción, en medio de un convulsionado clima social provocado por su detención y con el ojo puesto en la Corte Suprema, que esta semana puede liberarlo.

Mientras, el Partido de los Trabajadores de Lula y sus principales dirigentes, como la expresidenta Dilma Rousseff, cumplen 30 días asegurando que el ex mandatario es un “preso político” y que será su candidato a las elecciones del 7 de octubre, en las que las encuestas lo señalan como favorito imbatible.

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La Central Única de Trabajadores prepara para hoy diversos actos en todo el país, pero con el foco en el Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo donde Lula estuvo recluido dos días rodeado de miles de simpatizantes antes de presentarse, tras la orden de prisión del juez Sérgio Moro.

“Será una jornada de lucha contra una prisión política e injusta. Será una fecha del movimiento Lula Libre. Lula es el único líder que siendo candidato puede revertir la ley laboral modificada por el gobierno de Michel Temer”, dijo el secretario general de la CUT, Sergio Nobre.

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Con Lula preso en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, capital del estado de Paraná, fronterizo con la provincia de Misiones, todas las atenciones de la agenda nacional se corrieron hacia allí.

Un acampe que diariamente le grita “Buenos días” al ex presidente se transformó en la principal imagen de la resistencia del PT. El clima político en una Curitiba repleta de manifestantes del PT siempre rodeó la tensión. Frente a una eventual salida de prisión, Lula deberá enfrentar nuevos procesos a cargo del juez Moro, como el que indica que Odebrecht y la constructora OAS reformaron una casa en Atibaia, estado de San Pablo, propiedad de amigos de Lula, supuestamente como parte de sobornos.

La Corte Suprema negó recursos urgentes para liberar a Lula en los primeros días de la prisión y postergó el debate por tiempo indeterminado sobre la constitucionalidad de una jurisprudencia por la cual está preso e indica que se puede detener a alguien con fallos en dos instancias y no en tres, como dice la Constitución brasileña.

La candidatura de Lula, ratificada por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, fue objetada por Gimar Mendes, uno de los jueces del Supremo Tribunal Federal y uno de los que está a favor de liberarlo. “No hay chances de que sea candidato ante la justicia electoral”, dijo Mendes ante corresponsales extranjeros, sobre la inscripción de la candidatura, que se realizará el 15 de agosto. Según Mendes, Lula caerá en la Ley de Ficha Limpia, que impide a condenados en dos instancias ser candidatos.

“No hay plan B, Plan Z, Plan Y, hay Plan LL, el Plan es Lula Libre, el Plan Lula Candidato, el Plan Lula Presidente”, dijo Jaques Wagner, el ex gobernador de Bahía, presidenciable del PT si Lula es inhabilitado.

Wagner afirmó que Lula le dijo “deciles a ellos que tengo más votos en la manija de mi ataúd que todos ellos juntos”, para ratificar que su popularidad (favorito con 31% en primera vuelta y 52% en segunda) tendrá fuerza ante la Justicia Electoral.

El primer mes de Lula preso reveló un enfrentamiento entre la Corte Suprema y el juez Moro, que en primera instancia encontró al ex presidente culpable de haber recibido como soborno un departamento en el balneario de Guarujá. “Tortura” calificó Mendes al llamado “Método Moro” de la Operación Lava Jato.

El máximo tribunal le retiró a Moro las “delaciones premiadas” de ejecutivos de Odebrecht en otra causa vinculada a Lula por cuestión de jurisdicción.

Se esboza así, por primera vez, una reacción de la Corte a los poderes extraordinarios que la cámara de apelaciones de Porto Alegre le otorga a Moro desde 2014, cuando estalló la Operación Lava Jato.

La Sala II de la Corte Suprema tiene plazo hasta el 10 de mayo para decidir si el juez Moro anticipó el procedimiento de detención de Lula.

Es la sala de los “garantistas”. Cuatro de los cincos magistrados supremos de la Sala II están a favor de declarar inconstitucional la jurisprudencia de 2016 que afecta a Lula y que permite la detención de un condenado en dos instancias. La Constitución dice que sólo puede ser privado de libertad un condenado que agotó todas las instancias. El voto de este recurso es electrónico y puede ser hecho hasta antes del jueves. (Télam)

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