Una entrañable reivindicación del eterno títere de guante en la Fiesta Nacional de Teatro

“Vairoleto, pechito libertario” intenta instalar la idea de justicia en los niños. Una joven en crisis de pareja que habla con King Kong.

ESCONDIDO. Vairoleto se oculta de sus perseguidores en la propuesta del titiritero neuquino Daniel Aguirre. PRENSA. ESCONDIDO. Vairoleto se oculta de sus perseguidores en la propuesta del titiritero neuquino Daniel Aguirre. PRENSA.

Los títeres de guante encierran una magia cautivadora especial, pero en los últimos tiempos estaban relegados en la estética teatral, limitados a un espacio residual dedicado a la primera infancia y con mínimas experiencias para adultos. Su lugar había sido ocupado por la manipulación de muñecos que, si bien parten de una misma lógica, tiene una poética distinta.

Tucumán siempre ha sido campo fértil en esta vieja técnica teatral, con una escuela provincial de larga data y un elenco estable, que es eterna y tiene vigencia como lo demostró la aparición de “Vairoleto, pechito libertario” en la 33° Fiesta Nacional de Teatro que se realiza en Rosario. La representante de Neuquén fue una reivindicación del género a partir de una propuesta de altísima calidad, que implicó además la recuperación de otra práctica artística devaluada: el radioteatro.

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La conjunción se dio alrededor de una conocida historia de bandido rural que trascendió las épocas y llego a la actualidad, pese a que ya cumplió siete décadas el final del un héroe popular a manos de una partida policial.

Los aplausos que terminaron con las palmas rojas fueron merecidos por el enorme trabajo del titiritero neuquino (vive en San Martín de los Andes) Daniel Negro Aguirre, cuya agilidad y destreza en el manejo de los personajes sólo puede despertar asombro y admiración, perfectamente secundado por los músicos en vivo Andrés Durán y Santiago Aguirre (su hijo) en guitarra, bandoneón, percusión y canto.

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El relato, escrito por Rafael Urretabizkaya y dirigido por Carlos Piñero, está basado en la historia real de Juan Bautista Vairoleto, pero llevado al estadio simbólico desde el momento en que los banqueros a los que se refiere como los grandes enemigos de las clases populares no se dedican a sacarle la plata sino los bancos en los que se sientan. La dinámica de los personajes redondea un espectáculo igualmente disfrutable para niños y para adultos.

“Los titiriteros tenemos el mal vicio de creernos autosuficiente, porque ponemos la música, las luces y nadie nos dirige. Eso está mal. Es importante que sea producto de un trabajo colectivo”, dijo Aguirre en una ronda de diálogo con jurados y periodistas, donde mostró una humildad y capacidad de escucha que no todos tienen. El autor redondeó la idea de la puesta en la intención de “instalar el sentido de justicia en los niños”, como lo hacen en las más de 120 funciones que vienen dando de esta recomendable obra.

Unipersonal

Un terreno riesgoso es el de los unipersonales, en el que la actriz Candela González Tonón intenta salir airosa de un texto centrado en la crisis de pareja, proyecto y futuro de una joven en “Guía semanal de ideas”, la propuesta de Gualeguay que llegó en representación de Entre Ríos.

El espacio recortado de un mínimo cubículo con un banco y una máscara de gorila que resignifica en múltiples personajes (King Kong, su abuela, su pareja, su psicóloga y otras hasta llegar a ella misma) destinataria de sus palabras, son las únicas otras presencias en una escena despojada, como su propia vida.

El clima de angustia y pesar del personaje atraviesa de principio a fin la obra de Gastón Díaz, quien también la dirige y es el responsable de los tiempos dramáticos en todo sentido. No siquiera los intentos de la protagonista de romper el ritmo y las afecciones de su voz en algunas escenas (como una noche de diversión o un intento de seducción) logran romper el tono monocorde de la propuesta. Hay materia prima para explorar y desarrollar, por lo que lo visto puede ser más el inicio de un camino que su llegada.

INVERSIÓN 
las cifras del instituto nacional de teatro
La inversión realizada por el Instituto Nacional de Teatro (INT) en la Fiesta Nacional que se está realizando en Rosario asciende a $6,5 millones, cifra que es el 30% mayor que lo presupuestado para la concretada el año pasado en Mendoza, cuando el desembolso fue de $5 millones. Las cifras están expresamente mencionadas en las actas aprobadas por el Consejo de Dirección respecto de cada festival, ya que la asignación de dinero fue realizada por este cuerpo y no por el director ejecutivo, Marcelo Allasino. El Consejo tuvo un nuevo plenario entre el miércoles y el jueves, oportunidad en la que asumió Florencia Pérez Riba en representación del Ministerio de Cultura de la Nación, en reemplazo de Federico Irazábal.
> INVERSIÓN 
Las cifras del Instituto Nacional de Teatro

La inversión realizada por el Instituto Nacional de Teatro (INT) en la Fiesta Nacional que se está realizando en Rosario asciende a $6,5 millones, cifra que es el 30% mayor que lo presupuestado para la concretada el año pasado en Mendoza, cuando el desembolso fue de $5 millones. Las cifras están expresamente mencionadas en las actas aprobadas por el Consejo de Dirección respecto de cada festival, ya que la asignación de dinero fue realizada por este cuerpo y no por el director ejecutivo, Marcelo Allasino. El Consejo tuvo un nuevo plenario entre el miércoles y el jueves, oportunidad en la que asumió Florencia Pérez Riba en representación del Ministerio de Cultura de la Nación, en reemplazo de Federico Irazábal.


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