Dos goles y una asistencia de Bieler, el goleador implacable

DESENFUNDA Y DISPARA. Bieler ya hizo la pausa y eligió por dónde vencer al arquero Fabián Assmann. El goleador fue partícipe necesario en las tres conquistas y estuvo cerca de marcar un hat-trick. la gaceta / foto de diego aráoz DESENFUNDA Y DISPARA. Bieler ya hizo la pausa y eligió por dónde vencer al arquero Fabián Assmann. El goleador fue partícipe necesario en las tres conquistas y estuvo cerca de marcar un hat-trick. la gaceta / foto de diego aráoz

En la lista de condiciones sine qua non que debe reunir todo equipo que pretenda alcanzar objetivos de gran calibre -por caso, un ascenso a Primera División-, está la de contar con un goleador de jerarquía. Porque se podrá defender muy bien y jugar muy bonito, pero si falta alguien con ese olfato particular para meter la pelota adentro del arco es prácticamente imposible pasar de las buenas intenciones. Por fortuna, San Martín tiene un tipo al que el traje de goleador le queda pintado: se llama Claudio Bieler y fue protagonista principal en el 3-0 sobre Agropecuario. Si el “Santo” resolvió con tanta solvencia y tranquilidad el asunto, fue porque Bieler estuvo hecho un animal de instinto, desestabilizando el sistema nervioso central de toda la zaga visitante con su sola presencia, y también el del arquero Fabián Assmann, que se apunó cuando lo vio llegar y le entregó en bandeja el tercer gol, el que le dio a la serie el carácter de irreversible.

“Estoy muy contento porque venimos trabajando para esto. Es una alegría, pero nos quedan dos pasos importantes y hay que sacar todo adelante”, sostuvo “Taca”, en un llamado a la mesura necesario, pero por ahora con escasa cabida en un pueblo rojo y blanco demasiado ilusionado y ansioso.

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La Ciudadela fue un infierno sofocante para el “Sojero”, un equipo de billetera gorda, pero todavía flaco de vivencias en estos escenarios candentes, en los que para salir bien parado no alcanza con hombres de buen pie. Es también necesario contar con gente de piel curtida, como el propio Bieler.

“De local estamos acostumbrados a jugar con todo este público. Hoy me toca estar acá y quiero disfrutar de esto. Ya veremos cómo encaramos el choque ante Sarmiento”, postergó el tema el santafesino. Haber llegado a la final del Reducido, y tener la posibilidad de definirla en Bolívar y Pellegrini, ya es un motivo de festejo en sí mismo.

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Bien abastecido por un mediocampo que se empachó de recuperar pelotas, Bieler hizo lo que mejor sabe. Primero, transformó ese gran pelotazo de Gonzalo Rodríguez en una asistencia imposible de fallar para Matías García, y después firmó un doblete que lo ubicó en la cima de la tabla de goleadores del torneo, con 14 conquistas.

No fueron 15 de casualidad, porque en el complemento tuvo el 4-0 de frente al arco, pero se le fue por arriba. “Esto es el resultado de la confianza que tengo. En algunos clubes, cuando hablaban de más, tapé algunas bocas. Acá me pasó en el principio y lo superé, y eso pasa por la confianza”, dejó en claro el capitán, plenamente consciente del porcentaje que le pertenece en este campañón del “Santo”.

De ese rol referencial se sirve el propio Darío Forestello. “Quiere que los motive a mis compañeros, que los tranquilice. Este no era un partido fácil de jugar, y es muy valioso que chicos que la vienen peleando desde el Federal estén acá”, contó el 9. “Acá somos todos capitanes, no por mi recorrido tengo que mandar a todos. Hay grandísmos jugadores y todos ponemos el pecho a las balas. Cuando las cosas están difíciles sí tengo que hablar más”, confesó “Taca”, quien aprovechó la oportunidad para colar un saludo a su familia, y en particular, a su abuela.

“Esta categoría es muy difícil y haber llegado a la final es un premio; un premio a los médicos y utileros también, que hicieron que estemos acá”, cerró el hombre-gol, el que carga sobre sus espaldas gran parte de las ilusiones del pueblo sanmartiniano.

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