Fue un suceso político mayúsculo, pero pasó inadvertido y sólo mereció una atención fugaz frente a los desbordes de la crisis económica y de la corrupción kirchnerista guardada en cuadernos. Lo que hicieron un grupo de jóvenes la semana pasada puede ser considerado revolucionario e histórico, hasta temerario: escracharon al PJ y a sus tres principales referentes ¡en la propia sede partidaria! La coparon. Si existe un signo de debilidad política de los que manejan una estructura de poder, nada mejor que lo que sucedió en el salón “Miguel Ángel Estrella” para representarla.
¿Qué pasó? Un grupo de mujeres de Aborto Legal Tucumán irrumpió al inicio de la charla de Rita Segato -organizada por el PJ-, se instaló rápidamente en el escenario y mostró desafiante una gran pancarta con la leyenda “Alperovich, Manzur, Jaldo femicidas, pro clandestinidad”. Toda la secuencia puede verse en un video de siete minutos que circula por las redes sociales. Ante la mirada atónita de la disertante y de sorpresa generalizada, en especial de la legisladora Silvia Rojkés; una de las referentes del grupo llevó la voz cantante y acusadora: “responsabilizamos a Alperovich por la muerte de todas las mujeres”. Hubo silbidos, griterío, aplausos. Rojkés tomo el micrófono y ensayó una defensa de su voto en la Legislatura -en favor del aborto legal- y sostuvo que los escraches son de la época nazi.
Las chicas movilizadas se retiraron cantando y gritando: “ustedes tienen que interpelar a sus dirigentes”. Un suceso inimaginable, algo que resultaba impensable que ocurriera en el PJ: el peronismo escrachado en la propia casa, con graves acusaciones contra el esposo de la presidenta del partido, Beatriz Rojkés. Un dirigente peronista que no salía de su sorpresa por lo sucedido deslizó un “cómo voy a organizar un acto y me lo van a copar”. Otro habló de omisión, error o complicidad. La situación da para un debate interno; especialmente después de que el partido del Gobierno -el PJ-, habiendo organizado un encuentro para escuchar todas las voces, es increpado y acusado por el voto de sus congresistas y por declarar a Tucumán provincia Pro-vida. Este “copamiento”, según una de las jóvenes que participaron del escrache -además de las integrantes del grupo Aborto Legal-, también fue alentado por mujeres peronistas y trotskistas. “Nos pareció, después del voto en el Senado -contra la ley de aborto- que era necesario visibilizar y cuestionar en la sede al PJ, porque es el partido que gobierna hace años la provincia”, explicó una referente de la organización, a la que define como un grupo político no partidario. Añadió que tal vez a Manzur, a Alperovich y a Jaldo no les interesa, pero -subrayó- que ellas debían dar esa interpelación a las bases del peronismo, pero en especial a la dirigencia del PJ.
Dos días después del suceso, hubo un comunicado oficial de la Declaración de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito-Regional Tucumán “en referencia a la intervención en la sede del PJ”. Apuntó: “nuestra forma de hacer política fue la búsqueda de consensos y el respeto por la pluralidad”. Respecto del escrache del viernes, sostuvo que no es su estilo, pero que la situación crítica de la provincia la obligó a tomar esa medida.
En la sede del PJ ocurrieron muchos hitos, violentas peleas internas por los votos, ocupación del edificio; tremendos debates, pero siempre entre simpatizantes de corrientes internas; jamás una fuerza u organización ajena “invadió” la sede y mucho menos atacó a sus principales dirigentes. Histórico.