25 Agosto 2018
“La problemática del HLB nos compromete a que todo el sector y la sociedad trabajen en conjunto para prevenir esta enfermedad, muy perjudicial para los cítricos, y por ese motivo, desde Proagro, queremos dar diversas herramientas para estar preparado para esta lucha”. En una reciente jornada de Capacitación y Actualización Técnica, organizada por esta empresa, se abordó la problemática del HLB que, como sabemos, es hasta hoy una enfermedad mortal y todavía incurable, por lo que es necesario conocer la importancia de la citricultura y los problemas que puede causar esta enfermedad.
Diego Martínez, uno de los disertantes, técnico de la Eeaoc, reseñó la situación del HLB en el NOA.
La actividad citrícola en nuestra región está liderada por la provincia de Tucumán, con una superficie de 40.900 hectáreas. Según datos de la Eeaoc, la región posee 10 industrias procesadoras, 30 empaques, alcanza una facturación de U$S 700 millones, y genera más de 50.000 puestos de trabajo directo.
Estos números reflejan la importancia de la actividad para estas provincias, pero la misma se ve amenazada por el HLB, una enfermedad bacteriana considerada la más destructiva y económicamente importante a nivel mundial. Es una enfermedad que afecta a todos los cítricos y variedades. Presente en varios países, entre ellos Estados Unidos y Brasil. En Florida, aproximadamente el 90% de los árboles están infectados y su producción disminuyó abruptamente: desde 2005/2006 pasó de 148 millones de cajas a tan sólo 69 millones en 2016/2017. La razón es sencilla: EEUU no eliminó las plantas enfermas y no realizó un control agresivo de Diaphorina citri (insecto vector - foto), lo que trajo como consecuencia que la productividad descendiera de 40 a 23 ton/ha, detalló Martínez.
En Brasil la situación también es compleja. “Más de 50 millones de plantas se eliminaron. Si comparamos con Argentina, esa cifra equivale al total de plantas de cítricos que hay en Argentina.
A diferencia de EEUU, en Brasil, desde la aparición de la enfermedad, se eliminaron las plantas enfermas y se efectuó un control agresivo de D. citri”, con lo que lograron que la producción aumente de 22 a 38 ton/ha.
La receta fue usar plantas sanas de viveros certificados, controlar el psílido, monitorear en forma constante, analizar las muestras con síntomas sospechosos y eliminar los árboles enfermos, medidas de prevención y rápido accionar ante el primer foco. “Sencillo, pero hay que aplicarlo, de lo contrario el futuro de la citricultura y de miles de familias corre peligro y es necesario un trabajo regional”, opinó.
En Brasil, un estudio concluyó que en 3 años, sin control local y sin control regional, la infestación de plantas ascendía casi al 80%, contra un 4,6% si el control es local y regional” apuntó el técnico. “No hay mucho más por agregar. La experiencia de estos países indica qué camino debemos tomar. La lucha es de todos”, acotó.
“El NOA está libre de HLB y Tucumán, afortunadamente, no tiene al vector ni la enfermedad. Que se mantenga la región en esta condición sólo depende de nosotros”, afirmó el técnico.
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