“Necesitamos que los chicos que consumen droga vayan a un centro de rehabilitación”

Por el ataque a un interno, Miguel Villagra, propietario de la línea 19, pidió que los adictos que son detenidos por un robo sean tratados.

PREOCUPADOS. Los responsables de la empresa ByV S.R.L. alertaron sobre los ataques registrados en sus coches. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll (ARCHIVO) PREOCUPADOS. Los responsables de la empresa ByV S.R.L. alertaron sobre los ataques registrados en sus coches. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll (ARCHIVO)

“Tuvimos una época dura en las avenidas Francisco de Aguirre, Roca y América. Fue en los inicios de la empresa, nos robaban casi todos los días. Entre 2009 y 2011 hubo casos en los que, cuando el colectivero paraba, chicos subían y lo amenazaban para no pagar o le robaban. Eso cambió con el uso de las tarjetas. Ahora recrudeció la violencia arriba de las unidades”, señaló Miguel Villagra, propietario de la empresa de transporte de pasajeros ByV S.R.L. (línea 19), durante una conferencia de prensa.

“Necesitamos que los chicos adictos vayan a un centro de rehabilitación; la mayoría roba para consumir”, agregó Villagra, quien contó que en aquella época consiguieron revertir esa situación integrándose a las tareas que realizaban organizaciones religiosas a través de acciones sociales en la zona, con los chicos que residían allí. “Todo eso dio muy buenos resultados”, indicó el empresario.

EXTREMA VIOLENCIA. Un pasajero filmó el incidente dentro del colectivo. CAPTURA DE PANTALLA EXTREMA VIOLENCIA. Un pasajero filmó el incidente dentro del colectivo. CAPTURA DE PANTALLA

En los últimos meses, los ataques y los robos en colectivos recrudecieron. En la tarde del viernes pasado, un chofer de la línea 19 y los pasajeros que llevaba fueron testigos de un violento incidente, cuando desconocidos subieron por la fuerza y apuñalaron a un joven al que acusaban de un robo. Ocurrió en la avenida Juan B. Justo al 2.300.

Ulises Díaz Reyna conducía esa unidad. Así describió esa secuencia: “Fue una situación confusa. Un chico subió y cuando arranqué el colectivo vinieron otros tres que se cruzaron adelante. Me gritaban que lo baje porque les había robado un celular. No me dejaban avanzar. Entonces me doy vuelta y le digo: ‘amigo, bajate que me comprometés a mí y a la gente’”.

En ese momento, detalló Díaz Reyna en un audio de WhatsApp que compartió con sus compañeros, estas personas subieron. “Uno tenía un cuchillo tipo ‘rambo’”, contó.

El incidente fue filmado con un celular por uno de los pasajeros. En las imágenes -que luego se viralizaron a través de las redes sociales- se ve que un joven se oculta detrás del asiento del colectivero y que otro intenta apuñalarlo.

“El de remera azul le tiraba puntazos que me pasaban por la panza y por la cara. Otro, de remera blanca, me pedía el celular. Yo me hice el boludo. La gente empezó a gritar y se fueron”, contó el colectivero. “Gracias a Dios estoy bien, únicamente un poco golpeado un brazo y salpicado con sangre. La cana demoró y no quisieron subir al coche”, finaliza el mensaje de audio.

“Los casos se repiten”

“Fue una situación de mucho miedo. Estos casos se repiten con mucha regularidad. En estos últimos meses se registraron hechos que nos preocupan mucho. Si no tomamos medidas de fondo no vamos a solucionar este problema”, explicó Maximiliano Villagra, apoderado de la empresa.

Villagra dijo que la avenida Francisco de Aguirre, a la altura de Juan B. Justo, y entre Ejército del Norte y Castro Barros, es una de las zonas más complicadas. “Es imposible que haya un policía por cada unidad. Hay 400 coches en la capital y otros 800 en el interior”, detalló.

Además, comentó que el botón antipánico está activo, pero funciona con resultados dispares. “Está funcionando, pero a veces la Policía llega inmediatamente y en otros casos, no vienen”, expresó el empresario. Tampoco las cámaras de seguridad en los vehículos, indicó Villagra, dan resultados. “Ya no funcionan como elemento disuasivo. No les importa”, dijo.

Otro ataque

El 22 de julio pasado, un joven de 19 años recibió un disparo en una de sus piernas en un asalto a un interno de la Línea 19. Días antes, en San Lorenzo y Jujuy, tres jóvenes atacaron un interno de la Línea 100. Después de amenazar con armas a los pasajeros, les quitaron todas sus pertenencias.

Gabriel Palacios, estudiante y operador de Radio 10, se dirigía a realizar su tarea. Estaba escuchando música y, al parecer, no escuchó los gritos de los asaltantes. El conductor del colectivo frenó bruscamente para tratar de espantar a los atacantes y en ese momento se produjo un disparo. El proyectil impactó en la pierna del joven.

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