“Hay que ser competitivos 
y decidir dónde se invierte”

Turbay, gerente de Cafituc, sostiene que se necesita 
un plan de crecimiento.

EXPLICACIONES. Los asistentes a la Jornada Forestal recorrieron un bosque nativo de las cercanías donde observaron el desarrollo de la flora. EXPLICACIONES. Los asistentes a la Jornada Forestal recorrieron un bosque nativo de las cercanías donde observaron el desarrollo de la flora.
03 Noviembre 2018

La foresto industria depende del esfuerzo de todos los involucrados para que la actividad crezca, y que de esa manera exprese todo su potencial, dijo el gerente de Cafituc (Cámara de Foresto-Industria de Tucumán), Hugo Turbay, durante la entrevista que realizó LA GACETA Rural en la jornada forestal realizada en El Cajón, Burruyacu. Durante el encuentro, los productores forestales pudieron observar el Enriqueciendo del Bosque Nativo y la importancia social y económica de esta actividad.

Turbay comentó que, “entre la cotización del dólar, la fuerte carga impositiva y los síntomas de fragilidad externa que mostró nuestro país, no podemos desconocer el enorme potencial productivo que nuestro país posee. La industria es parte de la solución al problema argentino, porque agrega valor y genera trabajo. La industria, en su conjunto, representa el 22% de la población económicamente activa, y con el mayor potencial de innovación y vínculo con los servicios y los recursos naturales”, describió.

Turbay reconoció que “algunos llaman a la foresto-industria, el gigante dormido”, con un valor bruto de producción de U$S 14.000 millones, representa el 7,4% del valor industrial argentino, generando 200.000 puestos de trabajo (formales) entre directos e indirectos (se calcula un 40% de informalidad laboral). “La diversidad de climas de nuestro país y, paradójicamente, nuestra provincia también, a pesar de ser la más chica de todas, impulsa que la actividad maderera sea la producción más federal de todas, pudiendo favorecer sostenidamente a las economías regionales”, históricamente rezagas en todo sentido. Desde el año 2015, la foresto-industria muestra bajas en su rentabilidad, pero fue el sector con menos despidos registrados entre todas las actividades productivas del país. “Los madereros sabemos el valor del trabajo y los años que nos lleva formar operarios idóneos; la foresto-industria genera trabajo genuino de baja, media y alta especialización”, señaló.

Por otro lado dijo que, dentro de su plan estratégico, Faima (Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines) señala que hay tres actividades con futuro dentro de la cadena de valor: la construcción en madera, la generación y/o cogeneración de energía a partir de subproductos y descartes de la madera, y el desarrollo de intangibles en la industria del mueble. Además, la Medefit (Mesa para el Desarrollo Foresto-industrial de Tucumán), ideó un Plan Estratégico 2016-2030, donde, explícitamente, se expone el consumo anual de madera para Tucumán y las áreas con potencial forestal. En dicho plan provincial, y en base al ordenamiento territorial de bosques, se pueden distinguir más de 150.000 hectáreas totalmente aptas para ser forestadas y reforestadas en nuestro territorio, con fines productivos.

En una circular reciente enviada hacia nuestros socios -contó Turbay-, se informó sobre el hecho de comprar muebles mediante el Plan Nacional “Ahora 12”. Estos planes, la construcción en madera, la posibilidad de créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas consumidoras de madera (el 97,4% son PyME en nuestro sector), estimularán el crecimiento de la superficie forestal en nuestro país. Argentina posee poco más de 1 millón de hectáreas forestadas (cultivadas) y tiene un potencial óptimo de 20 millones de hectáreas. A pesar de todo, y no ajeno a la situación actual del país, la actividad muestra una fuerte crisis de rentabilidad.

Las crisis

Estimaciones del Observatorio de Faima, muestran que la producción de muebles y madera presentó una contracción del 8,4% y una caída del 10% en las ventas, además de la suba de tarifas, tasas de intereses, insumos dolarizados, etc. Las estimaciones también mostraron que las grandes empresas del sector presentaron también una merma en sus ventas y poca rentabilidad. Pero, una sostenida recuperación en los eslabones primarios de la cadena. Sin dudas es una muy buena señal, que muestra la capacidad intelectual estratégica para sostenerse en las crisis. Según experimentados en la materia, nunca hubo ni habrá un apoyo tan evidente desde el Estado nacional hacia una actividad en particular, como a la foresto-industria. El mismo Presidente de la Nación lidera la Mesa de Competitividad Foresto-Industrial nacional.

Jornadas y futuro

“Las jornadas del miércoles pasado, sobre Enriquecimiento de Bosque Nativo, son parte de una política de mostrar el esfuerzo titánico que hacen nuestros socios por sostener una actividad que tiene muchos más años que cualquiera que lea estas líneas. Creemos que es tiempo de hacer las cosas con responsabilidad, pensando en generar trabajo, trabajo y más trabajo para nuestros hijos. La foresto-industria, hoy, posee una base solida de técnicos, instituciones, tierras aptas y una enorme demanda insatisfecha que existe, pero que debemos ser competitivos. La base está, ahora hay que crecer en superficie. No podemos hablar de desarrollo sin antes crecer; somos lo suficientemente capaces los tucumanos para diseñar, ahora, dónde ubicar nuestra producción maderera y qué mercado conquistar”. Creemos que “el desafío pasa no solo por ser competitivos, sino también por saber identificar dónde invertir nuestro dinero, para no comprar panaceas productivas poco sólidas con el paso del tiempo, que requieren de grandes inversiones, dejando la gran mayoría de productores afuera”, concluyó.

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