Advierten que, a fin de año, la deuda llegaría al 93% del PBI

Ecolatina sostiene que la estabilidad cambiaria es vital para evitar un mayor incremento.

SIN SOBRESALTOS. Si la estabilidad cambiaria se mantiene, el pago de la deuda podrá concretarse sin dramas. REUTERS SIN SOBRESALTOS. Si la estabilidad cambiaria se mantiene, el pago de la deuda podrá concretarse sin dramas. REUTERS
13 Noviembre 2018

Estabilizar el dólar será clave para el repago de la deuda. Así lo reveló ayer un informe de la consultora Ecolatina, según el cual en el tercer trimestre el salto cambiario elevó en 19 puntos porcentuales la relación deuda/PBI.

Al cierre del segundo trimestre de 2018, la deuda del Estado Nacional rozó los U$S 330.000 millones, casi el 80% del PBI, muy por encima del 59% observado en el primer cuarto del año.

Al cierre de la primera mitad del año, la deuda relevante -que incluye sólo los pasivos contraídos con el sector privado y organismos multilaterales de crédito (excluyendo los compromisos del sector público), superaba los U$S 190.000 millones, un 7% más que el primer trimestre de 2018. Además, saltó del 32% al 45% del PBI en sólo tres meses.

“La dinámica dispar entre el ratio y el stock medido en divisas responde al salto cambiario: dado que tres cuartas partes de los pasivos están nominados en moneda extranjera, y que el PBI se mide en pesos, este cociente es muy sensible a los vaivenes del dólar”, señala el documento.

Se añade que “producto de las tensiones cambiarias del tercer trimestre, en donde la divisa trepó más del 40%, estos porcentajes ya son viejos. Suponiendo un stock de deuda estable -los desembolsos del FMI pautados para el tercer trimestre tuvieron lugar en octubre, y el crecimiento de la deuda entre julio y septiembre habría sido marginal-, sólo por el salto cambiario, el ratio deuda total sobre PBI habría crecido otros 19 puntos porcentuales en el período, para rozar el 95% del PBI”.

Asimismo, señaló que la deuda pública relevante (privados y organismos multilaterales) habría saltado 15 puntos porcentuales en ese lapso, alcanzando el 60% del PBI al final del tercer trimestre.

Nivel estable

De conseguirse una renovación total de las Letras del Tesoro en lo que queda de este año, la deuda pública ascendería a 93% del PBI al cierre de 2018, y la deuda relevante permanecería en torno al 60% del producto, agrega el texto.

Pese a que el nivel de endeudamiento se estabilizaría a fin de año, lo haría muy por encima del promedio de Sudamérica (45%) y en la Argentina el porcentaje de pasivos en moneda extranjera es muy elevado (80% de la deuda en manos de privados y organismos internacionales).

“El ratio Deuda PBI, principal indicador observado por los mercados financieros para determinar la sostenibilidad de la misma, es sumamente inestable. Más aún, no sólo es volátil sino también endógeno: depende de la evolución cambiaria que, como se vio este año, también responde (entre otros factores) a la evolución de dicho cociente”, analizó la consultora.

En este sentido, Ecolatina agregó: “al elevarse el ratio Deuda Producto tras un salto cambiario, los inversores internacionales se preocupan por el repago de la deuda y profundizan el desarme de posiciones en moneda local generando mayores presiones cambiarias, lo que impulsa, nuevamente, el crecimiento del ratio. Por ende, la estabilidad cambiaria será vital para no repetir episodios de estrés”.

Teniendo en cuenta el carácter incierto de las elecciones presidenciales del 2019 (y siguiendo la dinámica de agosto 2017), tiene sentido, según Ecolatina, esperar una mayor dolarización de carteras en la previa a los comicios. Este salto cambiario no sólo implicaría un aumento contable del cociente deuda-PBI, sino que también agravaría el descalce de moneda, ya que los pagos de los servicios de la deuda se realizan principalmente en divisas, mientras que la recaudación tributaria se recolecta en pesos”, observó.

Además se indica que una depreciación impactaría en el nivel de actividad, golpeando a los ingresos del sector público nacional. Una menor recaudación afectaría el cumplimiento de la meta fiscal de equilibrio primario complicando los desembolsos del FMI.

“A diferencia del pasado, saltos cambiarios no generan ingresos adicionales por retenciones, ya que las mismas son un monto fijo en pesos por dólar exportado mientras que algunos gastos, como los subsidios económicos, sí aumentan a la par del dólar. Por ende, la estabilidad cambiaria es clave para la sostenibilidad de la deuda”, concluyó. (Télam)

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