A partir del viernes, un kilogramo dejará de pesar un kilo, tal como lo conocemos actualmente.
Ese día, científicos de más de 60 países se reunirán en París para presenciar la votación sobre la redefinición del Sistema Internacional de Unidades (SIU), cambiando la definición mundial del kilogramo y otras tres medidas de uso más o menos corriente.
Será, dicen los expertos, el mayor cambio del sistema internacional de medidas desde el Tratado del Metro de 1875. Hace más de un siglo, el kilogramo fue definido por el peso del cilindro de platino-iridio de la Oficina Internacional de Pesos y medidas en Sèvres, Francia.
El problema es que el “prototipo internacional” del kilogramo no pesa siempre lo mismo. Incluso a pesar de estar resguardado dentro de las tres campanas de cristal, se llena de polvo, se ensucia, y es afectado por la atmósfera.
“Vivimos en un mundo moderno. Hay contaminantes en la atmósfera que pueden pegarse a la masa”, dijo Ian Robinson, del Laboratorio Nacional de Física de Reino Unido. “Cuando lo sacas de la cúpula está algo sucio. Pero el proceso de limpieza, manejo o uso de la masa puede cambiar su valor. Así que tal vez no es la mejor manera de definir la masa en realidad”, agregó el experto.
Algo más constante
Lo que se necesita ahora es algo más constante. Por eso, al igual que el metro -otrora la longitud de una barra de platino-iridio, también conservada en París- es definido ahora como la velocidad constante de la luz en el vacío, un kilogramo será definido por un valor pequeño pero inmutable denominado “constante de Planck”. El nuevo concepto incluye un aparato llamado la “balanza de Kibble”, que utiliza la constante para medir la masa de un objeto usando una fuerza electromagnética medida con precisión.
La votación tendrá lugar en la Conferencia General sobre Pesos y Medidas en el Palacio de los Congresos de Versalles.
Si se acuerdan, estos cambios entrarán en vigor el 20 de mayo de 2019.
Los científicos confían en que este nuevo kilogramo permita mejorar la innovación tecnológica y reducir el costo de muchos procesos de fabricación de alta tecnología.
Sin embargo, mientras que la precisión extra será un beneficio para los científicos para los ciudadanos que compran harina o arroz, o los más preocupados con el peso corporal, no habrá absolutamente ningún cambio.
Los científicos también intentarán mejorar la precisión del mol, una medida de la cantidad de sustancia, el amperio, que mide la intensidad de corriente eléctrica y el kelvin, una unidad de temperatura.
La crucial votación se podrá seguir en directo a través de YouTube.