"El financiamiento de la política se convierte en el pecado original", afirma Alconada Mon

El periodista Hugo Alconada Mon disertó sobre el entramado de corrupción que desentraña en su libro “La raíz”.

EN LA UNSTA. El decano Ricardo von Büren; el gerente general de LA GACETA, José Pochat; Hugo Alconada Mon; el rector de la Unsta, Francisco José López Cruz, y el director de la carrera de Comunicación Social, Fernando García. EN LA UNSTA. El decano Ricardo von Büren; el gerente general de LA GACETA, José Pochat; Hugo Alconada Mon; el rector de la Unsta, Francisco José López Cruz, y el director de la carrera de Comunicación Social, Fernando García. LA GACETA / INÉS QUINTEROS ORIO
15 Noviembre 2018

Uno de los secretarios de Finanzas de la Nación más importantes de los últimos 20 años en la Argentina estrenó su cargo en una reunión con banqueros. El mozo entró al despacho y le preguntó al funcionario qué deseaba tomar. Luego miró a los hombres de negocios y les preguntó: “para ustedes lo de siempre, ¿no?”. En ese momento, el hombre del Gobierno supo quién era el “transitorio” y quiénes los “permanentes”. Con esa anécdota, Hugo Alconada Mon, referente del periodismo de investigación de la Argentina, dio comienzo a la conferencia referida a La raíz de todos los males, su último libro acerca de “Cómo el poder montó un sistema para la corrupción y la impunidad en la Argentina”, según reza el subtítulo del volumen.

Este breve relato le sirvió el abogado y periodista La Nación para espabilar la emoción que le produjo la presentación que le brindó Irene Benito (la abogada y periodista de LA GACETA lo calificó como “el modelo anhelado de todo periodista de ley”). A la vez, le fue útil para graficar el carácter sistémico de la corrupción en el país.

“Todo está tarifado”

“Lo que quiero exponer es que hay un sistema por el cual hay muchos políticos que son muy dignos, muy honestos y muy trabajadores, que terminan volcándose en prácticas que no les agradan y que tienen que aceptar, por ejemplo, para financiar su campaña electoral”, puntualizó ante la audiencia que colmó el auditorio de la Unsta, en el ciclo de conferencias que, de manera conjunta, organizan esa casa de estudios, LA GACETA y la editorial Planeta. En este caso, para celebrar el 20 aniversario de la carrera de Comunicación Social.

Alconada Mon precisó que, en el país, una campaña presidencial cuesta 100 millones de dólares; que competir por la intendencia de La Plata demanda 1 millón de dólares; y que en las ciudades medianas bonaerenses, tercer puesto a concejal en la lista vale 100.000 dólares. “Todo está tarifado. Tabulado. ¿No te gusta? A tu casa. Pero si querés competir en serio, estas son las reglas”, patentizó.

Tras aclarar que “los números no son antojadizos” sino que surgen de los equipos de campaña de Mauricio Macri, de Daniel Scioli y de Sergio Massa, dispara una la pregunta central: ¿cómo se recauda esa cantida de dinero?

Cuevas y oraciones

“Tenés, entonces, empresarios. Muchos de los cuales son protagonistas de los ‘Cuadernos de la corrupción’. Ellos son los que aportan el dinero”, puntualiza.

Ahora bien, esa plata no puede ser otorgada “en blanco” porque viola la normativa electoral. “Así que lo dan en negro. Y además, en dólares, porque el volumen físico es menor que en pesos. ¿Dónde vas a conseguir tantos dólares? Si el dinero es negro, no vas a un banco, sino a una cueva financiera. ¿Cuántas cuevas tienen espalda para bancar millones y millones de dólares? Aquí en Tucumán, hay un par. Pero, ¿más al norte? Eso lleva a otro dilema: después de conseguir los dólares en esos determinados lugares, no te podés tomar un avión, porque saltan los controles en los aeropuertos. ¿Qué tenés que hacer? Contratar personas que se suben a camionetas y recorren el país repartiendo dólares, rezando para que no choquen”, describió.

Por arriba y por abajo

El financiamiento de la política, define el columnista del New York Time en español, “termina convirtiéndose en una suerte de pecado original de la política: ya arrancaste pecando. Luego, y sin generalizar, hay empresarios que no compiten, sino que se cartelizan. Y periodistas que en lugar de publicar, cobrar por guardar silencio. Hay sindicalistas para los cuales la mejor huelga es la que no se hace porque les permite ‘negociar’. Hay policías que en lugar de reprimir el delito, lo regulan. Una SIDE que, en lugar de hacer tareas de inteligencia, se dedica a los aprietes. Y por último, fiscales que a menudo no investigan y jueces que a menudo no juzgan”, conecta.

Pero hay una segunda cuestión respecto del financiamiento de la política. “Macri dice que en su última campaña gastó 160 millones de pesos. Pero según su equipo, fueron 1.760 millones. Scioli declara que recaudó 108 millones de pesos, pero el número real supera los 2.000 millones. Por arriba de la superficie, Macri, Scioli y Massa compitieron entre sí. Pero por abajo, Macri financió parte de la campaña de Massa, que le mordía votos a Scioli; y Scioli se ofreció a financiar parte de la campaña de Margarita Stolbizer porque ella podía morderle votos a Macri”, aseveró.

“Los empresarios, además, no van por un candidato: van por todos. Le van a poner dinero al primero, al segundo y eventualmente al tercero. Esto pasó en 2015, según me lo contaron los propios empresarios”, puntualizó.

Y están el dinero de la droga. “Estamos detectando que, con cada campaña electoral, los narcos llegan más lejos. Y más alto”, denunció Alconada Mon.

Frente a este panorama de corrupción sistémica, el periodista de investigación se pregunta si el cambio es posible. “La respuesta corta es ‘sí’. La respuesta más compleja es ‘depende de nosotros’”.

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