17 Noviembre 2018
“La zafra azucarera tucumana está casi finalizada y muchos productores se encuentran trabajando en los campos donde la caña ya fue retirada, mientras los suelos los permitan, tratando de hacer labores recomendadas por los técnicos para lograr la mejor respuesta de los cañaverales”, describió Eduardo Romero, Coordinador del Sub Programa Agronomía de Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán.
Después de las lluvias que se dieron desde el inicio de este mes, “existe un retraso generalizado de las labores de cultivo, control de malezas y fertilización de los cañaverales, pero que deben verse con buenos ojos, salvo aquellos lotes donde corrió agua dañándolos de alguna manera”, ya que las precipitaciones otorgan la humedad necesaria para que las labores a realizar generen buenos resultados en unos cañaverales, que vienen con buenas brotaciones y macollajes.
Además, es importante mencionar la gran cantidad de plantaciones nuevas que se benefician con las lluvias caídas, lo que seguramente favorecerá el crecimiento y desarrollo de las “cañas plantas”.
Es importante destacar esto, ya que “al recorrer los campos se ven muchos lotes nuevos plantados, ya sea con máquinas o manualmente, lo que demuestra que muchos cañeros renovaron sus plantaciones”.
Por otro lado, los “productores se encuentran trabajando en las labores de cultivo y fertilización; seguramente, muchos ‘corriendo desde atrás’ y con las malezas que vienen a full, ya que la humedad y las temperaturas benefician su crecimiento”, pero “si logran realizar lo planificado hasta antes de mediados de diciembre, sin duda que habrá no solo un buena recuperación del cañaveral, sino que muchos entrarán en la etapa de crecimiento sin malezas y con los nutrientes necesarios” para mostrar todo su potencial productivo.
Manejo estratégico
Romero considera oportuno mencionar que “los productores deben realizar un manejo estratégico de las malezas para evitar su proliferación, pero por sobre todo no generar tolerancia o resistencia”.
Lo cierto es que muchos productores buscan hacer labores con equipos livianos, que permiten su ingreso al lote, y cultivar o aplicar biofertilizantes o los nuevos fertilizantes nitrogenados.
Si comparamos con la campaña pasada, para esta época sufríamos una seca que tampoco permitía realizar las labores adecuadamente, recordó.
“Desde principios de mes de noviembre llovió mucho, pero esperamos que el tiempo mejore y que todos los productores cañeros puedan realizar las labores necesarias”, para permitir que los cañaverales crezcan y se desarrollen.
Hay que recordar -agregó el investigador- que “la etapa más importante del cultivo de caña que expresa el potencial de rendimiento es el crecimiento”; si logramos realizar las labores culturales antes de esta etapa, sería muy beneficioso para el productor y para el sector.
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