La más solidaria de las barritas de cereal

A Mili no le gusta que le saquen fotos. Pero igual la pequeña niña de Las Talitas, a la que ya se les cayeron los dientes de leche, muerde la barrita de cereal y le sonríe a la cámara. Es la primera vez que come esos cereales. Le parecen ricos.

El viernes al mediodía, el Banco de Alimentos y la Universidad San Pablo T, entregaron en el comedor San José, al que asiste todos los días Mili con sus hermanitos, la primera tanda de las barras “Súper Saludables”. Se trata de un proyecto que nace como una manera de dar otro uso a frutas y verduras que antes eran desechadas. Mensualmente, el Banco de Alimentos retira 4.000 kilos del Mercofrut. Lo que se está cerca de ponerse en mal estado ahora se convierte en barras de cereal.

“Un porcentaje de esas frutas es entregada a las organizaciones sociales y otro se deshecha. Mientras que el último tercio se deshidrata con una máquina que ganamos por la embajada Suiza años atrás y que sirve para alargar su vida útil y buscar otra alternativa de consumo de frutas y verduras. Por esta máquina entramos en Semillero del Futuro, donde ganamos financiamiento para profesionalizar este proyecto. El año pasado empezamos a trabajar con la Universidad para mejorar las técnicas de deshidratado”, explicaron desde la organización solidaria, presidida por Máximo José Navarro (presidente) y por Josefina Correa (directora ejecutiva). Ellos participaron de la entrega con Catalina Lonac (fundadora de la Universidad) y Federico Pérez Zamora (director del Instituto de Desarrollo y Estrategia para la Competitividad Territorial).

El Banco de Alimentos asiste a 92 organizaciones sociales de Tucumán, entre comedores, cocinas comunitarias, escuelas rurales, merenderos y hogares, en los que dan de comer a 20.000 personas todos los días. De todo ellos, el 54% son niños.

¿Qué contienen las barritas? Avena, chía, nueces, pasas de uva, miel, azúcar y frutas deshidratadas. Muchos de esos ingredientes fueron donados. Las calorías: 175. Y el objetivo es que esos niños de diferentes comedores y merenderos refuercen y complementen el aporte calórico nutricional. Además, se capacitó a las madres para que puedan elaborarlas e impulsar microemprendimientos.

Karina González, docente de Introducción a la Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad San Pablo- T, explicó que en un principio habían elaborado tres formulaciones. “La que más aceptación tuvo fue la opción tres, cuyos ingredientes fueron cambiando. El jarabe fue muy importante para darle el sabor final. Hicimos dos variantes: una con chocolate y la otra sin chocolate. La bañada fue pensadas para niños, porque mascar las semillas no tiene tanto atractivo para ellos. La formulación está balanceada para brindarles a niños los nutrientes de los que carecen. De hecho, las barras tienen chía, que posee cinco veces más calcio que la leche”, agregó González. También participaron alumnos de la carrera Ciencia y Tecnología de los Alimentos, el chef Franco Rojas y el nutricionista Adrián Ríos.

Ríos, que recorre a diario los comedores, indicó que es notable la deficiencia de alimentos que tienen algunos comedores y cómo afecta la desnutrición o la mala alimentación en zonas como la orilla del Salí. “Ya hemos identificado a las organizaciones que deberían recibirlas. Y luego queremos hacer mediciones: peso, talla y un estudio de cómo va a evolucionar e incidir la barrita en la salud de los chicos”, agregó.

Los que quieran ayudar para seguir haciendo las barras más solidarias de Tucumán, pueden colaborar con productos que sean útiles para su elaboración. Hasta el momento hicieron 800, pero quieren llegar a las 5.000.