Por Julio Coronel
02 Diciembre 2018
SOÑANDO. El delantero santiagueño dice que disfruta cada entrenamiento al lado de Maradona. FOTO GENTILEZA DE FACUNDO JUÁREZ
Después de recorrer las canchas de su Santiago del Estero y de todo el interior futbolero, Facundo Juárez armó el bolso y se fue a jugar en el ascenso mexicano, sin imaginarse nunca que iba a vivir una experiencia que lo marcaría para siempre. Hace menos de tres meses, Dorados de Sinaloa, su club, deambulaba en el fondo de la tabla y con la amenaza latente de descender a la tercera categoría. Una catástrofe para un plantel armado para pelear el torneo. Pero la llegada de Diego Maradona al banco de suplentes causó una revolución dentro y fuera del vestuario, catapultó al equipo hasta la liguilla y, esta noche, puede consagrarse campeón del torneo Apertura, algo impensado hace menos de 90 días.
Juárez hizo toda su carrera en Mitre de Santiago del Estero, con el que logró el ascenso a la B Nacional en la temporada 2017. Ahí fue cuando recibió la oferta para jugar en la segunda de México y, después de 29 partidos en Celaya FC se mudó a Sinaloa.
Desde las 23.30, Dorados visitará a Atlético San Luis, en la vuelta de la final del Ascenso MX.
Con la llegada de Maradona, Dorados cosechó nueve victorias (seis consecutivas), dos empates y una derrota. Juárez atribuye los logros al clima que generó el “Diez” dentro del plantel y a las modificaciones tácticas.
A la espera del juego de hoy, vía redes sociales, "Facu" le contó a LA GACETA cómo vive esta experiencia junto a Maradona y en qué cambió el plantel desde su llegada. Fascinado por lo que genera el "Diez", Juárez quiere quedar en la historia del crack y sacarlo campeón como entrenador.
- ¿Qué cambió en el vestuario, desde la llegada de Maradona, para que el equipo comience a conseguir buenos desempeños y resultados?
La llegada de Maradona ha generado una unión en el grupo. Veníamos muy golpeados, con malos resultados, que hacían que los entrenamientos sean muy fastidiosos, que el grupo no esté bien en lo anímico. Estábamos muy mal. Nadie pensaba que podíamos clasificar a una liguilla y, mucho menos, a una final. Su llegada nos ha unido como grupo, ha mejorado mucho nuestro juego, nos ha dado una idea, que es lo que nos faltaba. Hay jugadores con mucha experiencia y muchos jóvenes, con cualidades para que un equipo funcione de otra manera. Nos ha cambiado la cabeza y ha influido mucho con sus palabras y sus motivaciones, en cada partido, para que hoy estemos peleando por el campeonato.
- ¿Qué representa para vos tener a un entrenador como Maradona dentro del vestuario?
Para el argentino, para el fanático del fútbol, (Maradona) es lo más grande que hay. Y para uno como jugador, tenerlo como entrenador es algo increíble. Lo que he vivido estos meses fue algo increíble. Lo he disfrutado todos los entrenamientos. Es algo muy lindo escuchar sus anécdotas, su euforia y todo lo que nos transmite antes de los partidos. Siempre está apoyándonos. Son muy pocos los jugadores que han tenido la posibilidad de ser dirigidos por él.
- ¿Tuvo algunos conceptos tácticos personales con vos?
Me pide que le pegue más al arco. Desde que llegó me insiste en ese tema. Estoy jugando en una posición más de volante que de delantero, pero con mucha llegada. Me pide que cuando esté entrando al área le pegue al arco. En todos los entrenamientos hay un rato de definición y él se mete. Llama a sus jugadores para que practiquemos con él. Es algo que tratamos de aprovechar ya que el entrenador anterior no lo hacía mucho.
- ¿Que haya tantos argentinos en el equipo ayudó en la adaptación del grupo y del cuerpo técnico?
El hecho de que haya tantos argentinos ha ayudado a la adaptación de este nuevo cuerpo técnico. Hemos sido de bastante ayuda. Si bien está todo el tiempo bromeando con nosotros, ahora también ya lo hace con todos los mexicanos. Se ha creado un ambiente muy lindo. Ha hecho que la unión del grupo se destaque, sobre todo. Es algo muy bueno, que te marca como jugador y como persona.
- Esta noche se juegan la posibilidad de salir campeones de la primera mitad del torneo. ¿Imaginábas este momento cuando llegaste a Dorados?
Sabía que había muy buenos jugadores, de jerarquía. Sabía que se podía pelear el campeonato y el torneo. Si bien hemos empezado muy mal, apenas llevábamos tres puntos. Eso te hacía dudar. Veíamos muy lejos la posibilidad de clasificar. Pero el grupo nunca ha bajado los brazos y tenemos la posibilidad de pelear el campeonato y darle a Diego su primer título como entrenador.
Una victoria en la llave de esta noche le permitirá al equipo sinaloense quedarse con el torneo Apertura. Al único ascenso a Primera se lo definirá contra el campeón del torneo Clausura, que se jugará en el próximo semestre.
- ¿Le habla de la chance de conseguir su primer título?
Nunca habla de eso. Nos dice que no dejemos de soñar. De pelear por lo que queremos. Es algo que nos mete en la cabeza de que este torneo no se nos tiene que escapar. Si bien estábamos últimos, hoy estamos muy bien. Queremos, como jugador, y como grupo, todos le queremos dar su primer campeonato a Diego y quedar en la historia, de este club, y en la de Diego.
- ¿Hay mucha diferencia entre jugar en el ascenso argentino y en la segunda de México?
No se si hay un punto de comparación. He vivido muchos momentos muy lindos. Allá he estado más ansioso antes de jugar una final por el ascenso (a la B Nacional). Quizás ahora estoy más tranquilo. Quizás en el fútbol argentino hay más presión. La gente lo vive con más pasión. El jugador argentino extraña mucho la pasión que le ponen todos los hinchas.
- ¿Cómo imaginás el partido de esta noche?
Me imagino que el partido será durísimo. Sabemos que tenemos la ventaja de un gol. Estamos tranquilos. Van a salir a atacarnos, no como en el partido de ida, que estaban más defendiendo. Ahora que van a salir un poco más vamos a tener que aprovechar para tratar de ampliar la diferencia y quedarnos con el torneo.
Al semestre de Juárez en Dorados les quedan 90 minutos. Ese tiempo lo separa de otro abrazo interminable con Maradona, al que todos quieren seguir viendo bailar dentro del vestuario. Aunque ya no desparrame rivales dentro la cancha, el "Diez" sigue brillando, ahora desde un banco de suplentes.
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