Cinco dirigentes analizan las debilidades y fortalezas de los 35 años de democracia

Pasó un tiempo desde que los argentinos fueron a las urnas para dar inicio a un proceso que aún no termina de consolidarse.

DOS LÍDERES, UNO RADICAL Y OTRO PERONISTA. El presidente Alfonsín y el gobernador Riera fueron grandes exponentes de la política argentina. DOS LÍDERES, UNO RADICAL Y OTRO PERONISTA. El presidente Alfonsín y el gobernador Riera fueron grandes exponentes de la política argentina.
10 Diciembre 2018

ALFREDO NEME SCHEIJ

PRESIDENTE FED. UNIVERSITARIA TUCUMÁN 1983

“En 1983 había una gran diversidad política y nos ayudamos a reconstituir a muchos partidos políticos, sobre la base del consenso. No había partidocracia y sí una gran vocación de unidad nacional. Para nosotros, los radicales, la democracia es vida, porque veníamos de un proceso muy oscuro en la vida de la Argentina. Hoy, el formato de democracia está, pero creo que con el paso del tiempo se destruyó la política que fue incipiente y productiva en esos primeros años, y no logramos consolidar aún más la democracia. ¿Qué nos falta? No consolidamos el sistema republicano ni la inclusión social ni fortalecimos las instituciones, y devaluamos la política y la palabra y se perdió el sentido del diálogo. La nuestra es una democracia renga, nos falta ciudadanía e independencia entre los poderes provinciales, porque se desnaturalizó el concepto de división de poderes. Lamentablemente, la democracia en el interior de la provincia se ha convertido en un régimen feudal, por la pobreza, para muchos dirigentes, es un negocio político. Es que se sostiene la pobreza con pretensiones políticas, para mantener a ese votante como un rehén político. Necesitamos más construcción de ciudadanía y trabajar contra la pobreza y por la inclusión social con educación. Este debería ser la agenda para consolidar la democracia, que era el modelo que proponía y sostenía Raúl Alfonsín. Los principales problemas de la Argentina son la pobreza y la iniquidad, y sobre ellos debemos hacer un gran trabajo. Hoy tenemos una enorme libertad sobre la base de la democratización de las comunicaciones. Y también se siguen demandando más derechos, pero nos falta compromiso y adquirir más obligaciones y responsabilidades”.  

JOSÉ ALBERTO CÚNEO VERGÉS

EX FUNCIONARIO DE RIERA Y DE MIRANDA

“Lo que hay que celebrar con más precisión es la recuperación del estado de derecho; la democracia, si bien tenemos una forma republicana de gobierno, como ejercicio del poder en relación con los demás, no se ha recuperado totalmente. Las causas son que tuvimos muchos años de gobiernos militares, entre 1955 y 1983”, señaló a LA GACETA José Alberto Cúneo Vergés, ex ministro de Gobierno de Fernando Riera y ex ministro de Economía de Julio Miranda, respecto de los 35 años de democracia. Reflexionó que en esos tiempos la sociedad “fue receptora de tiempos de autoritarismo, de mesianismo, y eso no se borra tan simplemente, no se supera simplemente. También la dirigencia política, como parte de ese pueblo, no es ajena”. “Hoy la búsqueda es por la mujer o el hombre salvador, del caudillo; la dirigencia política hoy no está mostrando la decisión de formar equipos, de lograr la participación de la gente, no sólo en la planificación del gobierno, sino en su ejecución”, agregó. En síntesis -prosiguió- nuestra democracia todavía no tiene la densidad y la intensidad que debería tener. “Si hay asignaturas pendientes de la democracia, la seguridad es uno de ellas”, acotó. También aludió a deudas importantes de la sociedad. Al respecto indicó que quien presta servicios de salud o educativo “no es respetuoso, no es considerado hacia el otro; hay una conducta de no sentirse responsable de esa relación. Se cambiará la eficacia de la política cuando seamos capaces de entender que quien usa el zapato es quien más sabe dónde le duele. Y que no tenemos que gobernar en función de lo que nosotros queremos hacer sino de lo que la gente quiere”, señaló. Finalmente, Cúneo Vergés reivindicó como referentes de estos 35 años de la democracia a los ex presidentes Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner y a los ex gobernadores Riera y Miranda. “Tuvieron una actitud decididamente democrática”, señaló el ex legislador.

JOSÉ LUIS AVIGNONE

DIRIGENTE DE LA UCR - EDIL EN 1983

“El 10 de diciembre de 1983 fue un día inolvidable para mí, el que más conservo en mis retinas. Porque el hecho de haber salido de aquella larga noche oscura, encarnada en Raúl Alfonsín, significó una experiencia inédita, que serviría luego de ejemplo para el mundo: era recuperar el Estado de Derecho y juzgar a todos aquellos que cometieron las atrocidades, conocidos por el juzgamiento de las Juntas Militares. Además, Alfonsín fue el único presidente que tuvo el coraje también juzgar a los integrantes de bandas subversivas que se canalizaban a través del ERP y de montoneros”, afirmó el radical José Luis Avignone, quien recordó haber sido electo concejal en esa fecha y hoy es secretario de Relaciones Institucionales de la Capital. “Soy el único que fue electo por cuatro mandatos consecutivos como edil”, remarcó. Sobre el mandato de Alfonsín, recordó que “no fue un gobierno sencillo”. “El ex Presidente tuvo la hidalguía de ofrecerle a su contrincante, Ítalo Lúder, la presidencia de la Corte Suprema de la Nación, que Lúder no aceptó”, señaló. En cuanto a los progresos que permitió la democracia, Avignone destacó: “podemos elegir democráticamente”. Pero aclaró: “tampoco puedo avalar el poco sentido republicano de algunos ex presidentes, porque una cosa es votar y estar dentro del sistema democrático, y otra es el afianzamiento del sistema republicano de gobierno, que es la división de poderes”. En cuanto al “retroceso más significativo” que se evidencia en la actualidad, señaló el valor de los partidos. “La Constitución se sostiene en el reconocimiento de los partidos políticos, y hoy prácticamente no existen como tales; la opinión de la ciudadanía no se canaliza a través de ellos, y sobresalen individualidades”, destacó el funcionario municipal. Y achacó: “tenemos el caso de dirigentes que, cuando llegan a un cargo, creen que son los dueños, y se sienten libres de todo compromiso ideológico. Para mí, es algo en lo que sí tengo que reconocer a Raúl Alfonsín es que ha bregado por todo esto”, manifestó el ex concejal a LA GACETA.

FERNANDO JURI

PRESIDENTE SUBROGANTE DE LA LEGISLATURA

“Más allá de las falencias que puede tener el sistema democrática, es el mejor sistema de gobierno; se ha forficado en cada elección, en cada debate que pueda haber en un recinto se fortifica más”, opinó el presidente subrogante de la Legislatura, Fernando Juri, al ser consultado sobre el aniversario de recuperación de la democracia en el país. “Este proceso que no se ha interrumpido, fortalece definitivamente el sistema”, acotó. En cuanto a las deudas de las democracia, señaló: “más que la democracia, los políticos estamos en deuda con la gente; porque el sistema es bueno, pero si tenemos cuestiones que no han sido resuelta, que reclama la sociedad, la problemática es de los hombres no del sistema”. El ex vicegobernador rescató como hombres para valorar en estos 35 años a Raúl Alfonsín, a Riera y a José Domato; aunque destacó que “todos los gobernadores, en mayor o en menor medida, han hecho su gran aporte a la democracia”.

RODOLFO SUCCAR

DIRIGENTE DEL SOCIALISMO

“Quienes emergíamos después del proceso, con todo lo que significó en lo nacional e internacional, con la guerra de Malvinas, veíamos con una gran  esperanza la existencia de la democracia”, dijo a LA GACETA el dirigente socialista Rodolfo Succar. “Nosotros somos una generación que soportó muchos golpes, desde la caída de Illia, de Frondizi, también el tiempo de intolerancia y violencia del 73 al 76 que terminó con el golpe. Para nuestra generación fueron muy dramáticos y tristes, para los que vivimos estos tiempos la democracia tiene un gran valor, aún con todas las dificultades que tenemos, aún con los períodos donde se generó una sociedad de mercado y no un país con una economía de mercado.  Aún así la valoramos, hay que cuidarla y asegurar la pluralidad y fundamentalmente y respetar los proceso democráticos en el país”, destacó. Eso es independiente de la existencia de modelos económicos que a mi entender constituyen una de las grandes deudas de la democracia -añadió-, que es posibilitar que exista un equilibrio entre la sociedad, el Estado y el mercado; que cada uno cumpla sus roles, pero que todo esté avalado por la decencia en la función pública, la honestidad en los procederes y sobre todo por ir trabajando para profundizar la democracia, para transformarla de meramente representativa a una verdaderamente participativa”.

Comentarios