Los mensajes del “El Chapo” revelaron historias de fuga

También trascendieron algunas conversaciones románticas con una de sus amantes La esposa del detenido narcotraficante se mostró incómoda cuando un agente especial del FBI leía los textos en el juicio

EN NUEVA YORK. Emma Coronel Aispuro (derecha), la esposa de Joaquín Guzmán, ingresa a tribunales. Reuters EN NUEVA YORK. Emma Coronel Aispuro (derecha), la esposa de Joaquín Guzmán, ingresa a tribunales. Reuters
10 Enero 2019

NUEVA YORK.- Los fiscales en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán en Estados Unidos compartieron ayer mensajes de texto que dijeron que el capo narco mexicano envió a su esposa, en los que habló respecto a cómo escapar de una redada y bromeó sobre armar a su hija de 18 meses con un rifle de asalto.

Los mensajes de principios de 2012 fueron leídos por el agente especial del FBI Steven Marston, en su segundo día de testimonios ante un tribunal federal de Brooklyn. Marston explicó que las autoridades pudieron obtenerlos al buscar en los registros recopilados por un software de espionaje que Guzmán había pedido que se instale en los teléfonos de su esposa, Emma Coronel, y Agustina Cabanillas, identificada como su amante.

Guzmán, de 61 años, fue extraditado a Estados Unidos en 2017 para enfrentar cargos de tráfico de cocaína, heroína y otras drogas al país como líder del Cartel de Sinaloa de México. Los fiscales entienden que tuvo un papel protagónico en una guerra de drogas en la que murieron más de 100.000 personas.

Los mensajes de texto parecían mostrar a Guzmán y Coronel discutiendo los peligros de la vida como parte de un cartel. En un mensaje, la mujer sostuvo que estaba siendo vigilada por la policía, a lo que el capo narco le aconsejó “vivir una vida normal”. En otro intercambio, ella aseguraba que tenía un arma.

De acuerdo a los mensajes, Guzmán le dijo a Coronel que escapó de una redada en una casa en el balneario mexicano de Los Cabos, en la que varios de sus socios fueron capturados, a través de una ventana y que resultó con algunos rasguños.

Coronel observó impasible el testimonio, aunque pareció incómoda cuando Marston comenzó a leer mensajes románticos entre Cabanillas y Guzmán, en los que ella lo llamaba “amor”.

Los mensajes de texto parecen mostrar que Cabanillas actuó como intermediaria en el negocio de las drogas, ayudando a establecer acuerdos entre Guzmán y varias personas.

En algunos mensajes, Guzmán habla con su esposa de sus gemelas, Emmely “Mali” y María Joaquina “Kiki” Coronel, de aproximadamente un año y medio de edad. “Nuestra Kiki no tiene miedo”, sostuvo “El Chapo”. “Voy a darle un AK-47 para que pueda pasar el rato conmigo”. (Reuters)

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