17 Enero 2019
Creed se calza los guantes de Rocky
“Creed: corazón de campeón”, dirigida por Ryan Coogler, fue una sorpresa en 2015. El filme le insufló nuevos aires a la saga del boxeador más famoso del cine, Rocky Balboa, y a Sylvester Stallone le dio nada menos que una nominación al Oscar a mejor actor secundario.
Es que “Rocky”, una de las películas deportivas más emblemáticas de la historia, ha originado desde su estreno en 1976 una franquicia longeva que se niega a morir. Ahora, siete películas después llega, el segundo capítulo en la historia de Adonis Creed (Michael B. Jordan), hijo del boxeador Apollo Creed (Carl Weathers). Personaje principal de la saga y protagonista de las primeras seis entregas, Rocky (Stallone) mantiene su papel en “Creed” y en “Creed 2” como mentor de Adonis. Los fans recordarán que en “Rocky III”, los antiguos rivales norteamericanos se convirtieron en grandes amigos, hasta que Apollo murió peleando en el ring contra el despiadado Ivan Drago (Dolph Lundgren).
Legado sin venganza
En “Creed 2”, Adonis enfrenta el desafío de boxear contra el hijo de quien acabó con la vida de su padre y, según los adelantos, no pudo superar su derrota a manos de Rocky en los 80. Todo indica que la venganza no es el tema principal de la historia sino la búsqueda de los hijos por encontrar un camino propio en la vida, alejados de la sombra de sus padres.
La nueva entrega de las andanzas pugilísticas de Adonis Creed promete un drama deportivo de primer nivel, a la altura de su predecesora, y permite entrever que Steven Caple Jr. (“The land”, “The land of misfits” y “A different tree”) ha sido una notable elección para recoger el testigo de Coogler en la dirección.
Los comentarios destacan que ni ambos directores ni Stallone disimulan que esta es la nueva Rocky, porque marca la continuidad de la historia y el estilo característico en cuanto a un tremendo entrenamiento y no convencional, marca registrada de la saga. No es para menos; Stallone es coguionista.
El tráiler promete un drama deportivo intenso y espectacular. No bien comienza, Adonis Creed corre entrenándose mientras lanza una frase importante: “Si no hiciéramos lo que nos apasiona, entonces no existiríamos”.
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