El Ministerio de Salud convocó a una conferencia de prensa esta tarde para dar las explicaciones pertinentes en lo referido al caso de la niña de 11 años que anoche fue sometida a una cesárea en el hospital Eva Perón. Allí las autoridades aseguraron que la niña y su familia solicitaron la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) recién el lunes 25 de febrero.
"Este es un caso que nos golpeó a todos. Siento la necesidad de contar la verdad", dijo la ministra de Salud, Rossana Chahla, antes de que se advirtiera a la prensa que solo responderían cuatro preguntas.
Luego la directora del hospital, Elizabeth Ávila, repasó lo sucedido con la niña desde su primer ingreso a ese centro sanitario:
"La paciente llega en ambulancia el 31 de enero, se realiza ecografía y se constata el embarazo de 21,2 semanas. Ahí la médica tratante le explica a la madre de la niña la situación y los riesgos de continuar o no con el embarazo. La madre manifiesta sus deseos de continuar y de hacerse cargo del niño por nacer.
El 7 de febrero la paciente vuelve en ambulancia con su madre, quien consulta sobre la posibilidad de la interrupción del embarazo y solicita que se le informe cómo es el procedimiento y los riesgos. Piden un tiempo para pensar y se retiran.
El 11 de febrero la paciente ingresa al hospital con pedido de internación por parte de la Dirección Genral de Salud Mental por riesgo de suicidio.
El 19 de febrero la jueza interviniente solicita información diaria de su evolución y un plan de acción al equipo de salud mental. Se planifican salidas acompañada de su madre y grupo familiar.
El 25 de febrero la madre y el padre de la paciente solicitan realizar la ILE y el 26 a la noche se realiza la cirugía".
Ávila agregó que la niña "actualmente sigue internada, con una buena evolución" y que la neonata "se encuentra internada en el servicio de Neonatología bajo los tratamientos para un prematuro de 660 gramos".
A su turno, Chahla remarcó que "el Siprosa nunca judicializó el caso" y aseguró que "escuchamos mucho a la niña y a la madre, está todo documentado, nunca obstaculizamos nada".
Respecto a la realización de la cesárea, Ávila desmintió a la ginecóloga Cecilia Ousset, quien había relatado que ella y su marido (también médico) estuvieron solos en el quirófano porque el personal del hospital se negó a participar del procedimiento. "La niña nunca fue abandonada, estuvimos todo el equipo en el quirófano: yo, la médica tratante y el doctor Walter Sigler", afirmó.
Luego agregó que en el hospital tienen médicos que son objetores de conciencia y médicos que no so lo son. "Por la trascendencia pública de este caso, los que no son objetores de conciencia dijeron 'no lo podemos hacer' y lo tuvimos que tercerizar", finalizó Ávila.