En Tucumán habrá un cuerpo de letrados creado por resolución

Navarro Dávila nombrará abogados del niño.

Washington Navarro Dávila. LA GACETA/FOTO DE ANALÍA JARAMILLO (ARCHIVO) Washington Navarro Dávila. LA GACETA/FOTO DE ANALÍA JARAMILLO (ARCHIVO)
26 Abril 2019

El ministro público de la Defensa de Tucumán, Washington Navarro Dávila, creó un Cuerpo de Abogados del Niño, Niña y Adolescente en la órbita de su institución. El jefe de los defensores oficiales procedió a armar este organismo especializado y separado de las defensorías de Menores existentes sin esperar a la sanción de una ley -distintos proyectos relativos a esa figura aguardan su tratamiento en la Legislatura-. Y, a partir de este mes, Navarro Dávila comenzó a nombrar a los integrantes del equipo por medio de designaciones discrecionales, es decir, sin concurso (ver por separado la postulación de la primera defensora nacional de los derechos de la infancia y de la adolescencia). Los letrados nombrados para desempeñar esta función ya comenzaron a presentarse en juicios y en instituciones estatales vinculadas a la materia.

Según trascendió, el servicio de abogados de la infancia y de la adolescencia agregado al Ministerio Público de la Defensa tendrá competencia de actuación en toda la provincia para brindar asistencia técnica y letrada a los chicos menores de edad en cualquier procedimiento administrativo, judicial y prejudicial. El profesional en cuestión ha de asumir la defensa de los intereses particulares de los niños y adolescentes en un conflicto concreto, y con el objetivo de que se dicte una decisión favorable a la voluntad de aquellos. Además de las tareas jurídicas específicas, el Cuerpo de Abogados del Niño, Niña y Adolescente deberá desarrollar una función pedagógica destinada a padres, docentes, actores de la salud y, principalmente, a los chicos.

Hasta la aparición de la oficina puesta en marcha por Navarro Dávila y como la provincia carece de una norma que regule la labor del abogado del niño, este era designado por los colegios de abogados a partir de un pedido de la Justicia; de un organismo administrativo o de los propios progenitores de los chicos durante un juicio. Pero también podía suceder que el mismo niño y adolescente se comunique con las entidades profesionales, y les solicite el asesoramiento. Para este fin, en los colegios de Abogados de la Capital y del Sur existen nóminas de letrados especializados en la materia.

La institución del abogado del niño nació en la Convención Internacional de los Derechos del Niño que Argentina suscribió en 1994. Ese instrumento dispone que los chicos tienen derecho a ser oídos. Antes de este pacto, la opinión de los niños y adolescentes no era tenida en cuenta: otros adultos decidían qué era lo que necesitaban o les correspondía. La Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes sancionada hace 14 años establece que todos los niños disponen del derecho a tener un abogado patrocinante preferentemente especialista en la materia.

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