17 Mayo 2019
CONTROLA TODO. Ricardo Zielinski (foto), con pelota en mano, dirigió el entrenamiento de Atlético pensando en Tigre. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
La fiesta y el jolgorio ya quedaron atrás. A pesar del pobre rendimiento que mostró Atlético en Buenos Aires ante River, la siguiente fase llegó gracias a un gol de visitante que llegó de una jugada de pelota parada, y al partido perfecto que se jugó antes en el “José Fierro”.
“¿Si me sorprendió River? No, para nada. Me sorprendió lo de nosotros. No jugamos el partido que pensábamos”, disparó Ricardo Zielinski después del partido.
Se sabe que, últimamente, nos es raro que el “Decano” esté peleando los torneos. “Lo demostramos en la última Superliga, y en Copa Libertadores. Siempre estamos en la conversación”, recordó tranquilo el “Ruso”. Pero en lo que sí hay inquietudes, es en el rendimiento que viene mostrando el equipo cuando toca un partido de visitante.
Es que a pesar del avance a las semifinales, tanto en Córdoba contra Talleres, como contra River, no se vio la mejor versión del equipo. Zielinski afirmó que fueron los peores desde que él llegó a la provincia. “No fuimos el equipo que solemos ser. Podríamos haber jugado mejor, pero sabemos sufrir” explicó.
Yendo un poco al juego propiamente dicho, los puntos altos se mantienen en la ofensiva. La delantera lleva siete de los últimos ocho goles convertidos en el certamen. Mientras tanto, en lo defensivo queda mucho por mejorar. En los cuatro partidos anteriores, Atlético recibió siete goles. Todos estos tantos los sufrieron en condición de visitante.
Ya pensando en el partido que viene, el técnico de los de 25 de Mayo y Chile fue cauto: “Tigre juega muy bien, hizo campaña de Copa Sudamericana y tiene buenos jugadores”.
Esa es la razón por la que Atlético no se puede permitir volver a tener un rendimiento bajo. En este tipo de torneos, donde la eliminación directa es una pesadilla, la visita a Victoria para enfrentar a Tigre será fundamental para la resolución de la serie.
Como una consecuencia de la necesidad imperante, ayer el plantel entrenó en el complejo de Ojo de Agua, a puertas cerradas, con la cabeza puesta en un nuevo desafío fuera de casa, por la instancia de ida de la semifinal de la Copa de la Superliga.
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