Nélida Quiroga, la comentarista "cinturón negro", amenaza con abandonar el foro de LA GACETA

"Cierro la cuenta cuando llegue a los 100.000 comentarios", asegura. Haciendo números, eso sucedería más o menos en un mes.

Es que así no se puede descansar. Con noticias como la del sábado, no hay forista que pueda tomarse un tiempo afuera. Y menos una forista como Nélida Quiroga, la generala, la que escribe 38 comentarios por día -en promedio- usando sólo el dedo índice. Sí, Nelly escribe con un solo dedo pero está cómodamente sentada en el primer puesto de LAGACETA.com con casi 100.000 comentarios. Y el sábado, día que ella pensaba apagar la compu, viene Cristina a hacer pública su candidatura. ¡Y encima a vicepresidenta! Así no se puede descansar.

"No le daba para presidente. Ahora sí, gana Mauricio Macri". Con ese comentario, "Nelly" inicia su saga de disparos contra la fórmula peronista Fernández-Fernández. De los antiperonistas de este foro, ella quizás sea -también- la jefa. La mujer asume todo en su vida todo ha sido mucho: muchos comentarios, muchos sobrinos, mucha bronca con los políticos que ella no considera transparentes.

Sí, Nélida es mujer. No lo duden. Es mujer y jubilada como maestra. Ya no es "Nelly Quiroga" en el foro, porque las nuevas condiciones de uso del diario le exigieron poner su nombre real y verificar su identidad. A Nélida Quiroga le gusta mantenerse en las sombras, "enigmática" como dice ella, porque siente que la observan, que la persiguen porque dice "las verdades que nadie se anima a decir", porque tiene "las primicias" antes que nadie pero, sobre todo, porque la falsifican. "Se obsesionan conmigo. Estoy tres días fuera del foro y ya aparecen tres Nélidas Quiroga. Por eso, si dejo, cierro la cuenta para siempre. Estoy cansada de las cuentas falsas. Pero además me canso mucho y ya me molesta la vista. Voy a dejar", sostiene, entre el lamento y la amenaza.  

Nelly con uno de sus 19 sobrinos, en el Cucú de Villa Carlos Paz. Nelly con uno de sus 19 sobrinos, en el Cucú de Villa Carlos Paz.

No, Nélida no es una mujer de clase acomodada, como le suelen atribuir sus colegas del foro. Vive en Villa Mariano Moreno, donde convive con un río permanente de agua -quieran los dioses que no sean servidas- que corre por los cordones de las veredas, en todas las calles sin excepción. Cuando sale por el barrio señala y enumera: "a esta señora le robaron nueve veces. Las verduras de la verdulería que tiene, le robaron. Acá, en esta casa, pusieron esos alambres de púa arriba del portón; no está permitido, pero la inseguridad te obliga. Acá a todos nos robaron. A todos", asegura.

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Faltan un par de días para que Nelly cumpla 65. Nació en Famaillá, en el seno de una familia azucarera: el padre trabajaba en el ingenio y la madre acercaba comida a los peones del cerco. A mediados de la década del 60, su papá fue uno de los 50.000 tucumanos que se quedaron sin trabajo tras el desmantelamiento de los ingenios azucareros. Sin trabajo y con cinco hijos. "Pero ninguno dejó de estudiar, ni salió a robar, ni a pedir, ni a pedir planes sociales", se apresura en plantar bandera.

De Famaillá la familia de Nelly migró a San Cayetano. Ahí se instalaron como caseros en una casa quinta y el padre se transformó en un changarín del Mercado de Abasto. "Ahí aprendimos a hacer la huerta, a criar gallinas, a amasar y a cocinar en el horno de barro. Pucha, si me avisaban con tiempo les hacía unas empanadas. Ustedes no saben las empanadas que hago yo...". A Nelly no le cuesta nada irse por las ramas.

Un viaje a Córdoba le cambió para siempre el destino. "Era difícil parar la olla para todos, y una familia de allá se ofreció a cuidarme. De repente, pasé a tener una segunda familia. A mí Córdoba me encanta, siento que siempre progresa y que Tucumán siempre se queda". Aunque ella simpatiza con el bussismo en Tucumán, atribuye ese presunto avance de "la docta" al radicalismo que casi siempre se impuso.

- Pero ahora Córdoba es peronista...

- Callate, mirá. 

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La foto de perfil de Nelly en LA GACETA es aquella imagen del papa Juan Pablo II cayendo y la Virgen supuestamente sosteniéndolo, todo un ícono para los católicos que todavía extrañan al "Papa viajero". Sí, claro, Nélida es católica ferviente. Tanto, que estuvo a un par de palabras de convertirse en monja.

"Yo tuve la vocación desde muy chica y entré al Instituto de Adoratrices Esclavas del Santísimo y de la Caridad. Tomé los hábitos, pero me fui antes de profesar, porque a pesar de la vocación, esa vida no era para mí. Los hábitos me quemaban la espalda, me incomodaban", explica Nelly y aclara que no era una cuestión física, sino más bien mística. "Ellos -los jefes de la congregación- decidieron por mí, y me tuve que ir. Yo lo entendí, pero no te dan muchas explicaciones", cuenta.

No sabe explicar esa incomodidad que sentía y descarta lo que uno primero piensa: que tenía un amor fuera del convento. Nelly dice que nunca tuvo un amor, pero sí muchos amigos. 

Nélida y sus compañeras y docentes de religión. Nélida y sus compañeras y docentes de religión.

Luego de ese paso de cuatros años en el noviciado, estudió y se recibió de maestra de religión. Enseñó en Córdoba, pero tuvo que volverse a Tucumán. "Mi mamá se quedó sola, todos mis hermanos se casaron, y yo era la única soltera. Me volví, no muy convencida, pero era lo que me tocaba". Dio catequesis muchos años, se jubiló de maestra y todavía está pagando los aportes que no les hicieron algunos de sus empleadores.

CON SUS COLEGAS DOCENTES. La última de la primera fila es Nelly, siempre desafiante. CON SUS COLEGAS DOCENTES. La última de la primera fila es Nelly, siempre desafiante.

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Una silla alta, como las que usan los gamers. Una laptop de primera marca, rápida y de última generación. Ese es el búnker de la comentarista "cinturón negro" de LA GACETA, pero también de Infobae, de La Voz y de otros medios digitales. Nelly está convencida de que los foros son un motor de cambios.

Su primer comentario fue el 7 de julio de 2012, en una nota que anunciaba que movilizarían unas 30.000 personas al Hipódromo para un acto de la entonces presidenta Cristina Fernández, para el Día de la Independencia. "No significará grandes gastos trasladar 30.000 personas al aeropuerto?????????", criticó, confundiendo "aeropuerto" por "hipódromo". Ese mismo día ya se peleó con el moderador, su peor enemigo: "Que te pasa moderador???????? entro por primera vez realizo solo una pregunta y me sacás de que lado estás????????????????". Desafiante y karateca, la Nelly.

COLOR Y PLANTAS. Nelly pasa muchas horas al día armando su jardín. En un tiempo, incursionó como muralista en su fondo. COLOR Y PLANTAS. Nelly pasa muchas horas al día armando su jardín. En un tiempo, incursionó como muralista en su fondo.

"Yo me creé la cuenta porque necesitaba una prótesis de columna que el Siprosa me estaba negando. Yo creo que me la dieron cuando vieron el comentario". Esa denuncia, fue su tercer posteo en el foro del diario, en una nota que anunciaba que los "Reyes Magos" llevarían juguetes al Hospital de Niños.

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"Antes era otra cosa. Ahora está lleno de trolls". Para Nelly, los tiempos pasados del foro fueron mejores. Esta especie de profesionalización de comentaristas que responden a intereses específicos le rompen las estructuras. A la fuerza aprendió el significado de la palabra "troll" y se enoja cuando la tratan a ella de "troll de Cambiemos". "A mí nadie me paga. Yo escribo la verdad y lo que pienso". Así de segura está Nelly.

Segura de lo que piensa, pero insegura por los ciberataques que según ella sufre casi a diario. Por eso, cada vez que comenta, cierra su sesión en el foro y apaga la computadora. También ha tapado con un papelito la cámara web de su portátil. "Es que me hackean, se cansaron de hackearme", sostiene.

En ese pánico de sufrir un ataque virtual, llamó un técnico porque pensaba que tenía un virus o una entromisión en su máquina. Le cobró fortunas, y la única solución que le dio fue crearle una cuenta nueva. Cuando se dio cuenta de que había empezado de cero, como usuaria novata, corrió al teléfono: "yo no quiero esta cuenta. Quiero la mía". Ya tenía miles de comentarios y no estaba dispuesta a renunciar a ellos.

Nelly, como le dicen sus vecinos y alumnos en el barrio (es la maestra particular de todas las materias y también ayuda a chicos con problemas de aprendizaje, cuenta) está muy cerca de cumplir los 100.000 comentarios. El usuario que le sigue en el "top five" no llega a los 16.000. Nelly es una máquina de postear y está decidida a serlo al menos hasta llegar a esa meta. "Después de eso, me voy".

Y cuesta creerle. Cuesta creer que Nélida Quiroga pueda quedarse callada y que no salgan más opiniones desde su búnker en Villa Mariano Moreno. 

La ficha técnica de una comentarista "cinturón negro"

- Se registró el 10 de Mayo 2012. 

- Su primer comentario fue en julio 2012.

- Tiene alrededor de 99.300 comentarios.

- En promedio (tomando 7 años) escribe 38 comentarios por día (considerando todos los días, desde su primer comentario).

- En total sus comentarios recogieron likes: 2.045.873 y dislikes: 1.076.214

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