Hay citricultores que perderían entre U$S 200 y U$S 1.000/ha

Gastón Guerinau reseñó cómo impactaron las lluvias en las quintas de limones.

08 Junio 2019

La actividad citrícola es una de las que sufrió el impacto de las inclemencias climáticas de mayo. LA GACETA Rural dialogó con el productor de limones Gastón Guerinau, quien describió los alcances que tuvo en su finca el exceso de humedad en las plantas y en el suelo, y el posterior impacto en la cosecha para exportación, aumento del calibre de la fruta, exceso de fruta para industria y baja calidad del limón obtenido. Presentamos sus principales conceptos:

- Balance del período de lluvias.

- Tuvimos tres impactos: no pudimos efectuar una cosecha temprana, tuvimos gran cantidad de enfermedades fúngicas y baja calidad de la fruta fresca para exportar. La fruta se pasó de tamaño, que no es exportable, y tuvimos que volcarla a la industria, que está saturada; las lluvias no ayudaron a sacar la fruta de los árboles porque estaban mojados, y así la fruta aumentó su tamaño. ¿El resultado? Más fruta para descarte y menos para exportar.

Esto es muy negativo para la mayoría de los productores citrícolas de Tucumán. Este ha sido un año de pérdidas para el productor promedio. Todo lo perdido por tamaño y calidad ya no se puede recuperar, además de que la industria está recibiendo fruta con un precio bajo. Pero no estamos en una crisis terminal. La citricultura es así: dos o tres años malos, y un año bueno.

Este año estimo que las pérdidas rondarán entre los U$S 200 y los U$S 1.000 por hectárea, pero eso también se vincula con los canales comerciales a los que accede el citricultor. Esta no es la situación de los productores integrados que tienen finca, empaque, exportan e industria citrícola.

En el año 2016 tuvimos una campaña muy buena, con márgenes normales, que permitieron posicionarnos muy bien; el período 2017/2018 fue entre regular y bueno, no hubo pérdidas.

- Mercados internacionales.

- Todavía no sabemos muy bien cómo terminaremos. Hasta ahora, la Unión Europea está pagando por fruta fresca valores medios, (hacia allí ya enviamos nuestra fruta). Pero esperamos que mejoren los precios actuales.

Estados Unidos no tuvo buenos precios este año. Tenemos costos muy altos. Hoy, muchos citricultores tenemos limones de calibre grande, con precios bajos, pero por los calibres chicos pagan buenos valores, pero nadie tiene esa tipo de fruta. Interesa seguir trabajando con EEUU; es importante por la productividad, donde no importa tanto el calibre sino la época de corte, porque en los envíos la fruta fresca debe llegar de un determinado color, que en junio y julio no existen. Para el mercado estadounidense seguimos trabajando, pero a un ritmo bajo. Estimo que EEUU seguirá siendo un mercado chico, pero apostamos a estar presentes e ir creciendo.

El problema es que el limón no es considerado como fruta, sino como un condimento; entonces, la demanda tiene poca elasticidad. Además, existe una sobreproducción mundial de limones: en Argentina (Tucumán), EEUU y España, con sobreoferta de fruta fresca y de fruta para industria.

- Proyecciones 2020.

- El citricultor volverá a pulverizar sus plantaciones, por supuesto; no podemos dejar de invertir en nuestras fincas. Pero es casi seguro, es muy probable, que se reducirán las inversiones más grandes que se deben hacer en las quintas cítricas, como por ejemplo en riego y en los caminos internos de cada finca limonera. Sabemos que existe una sobreoferta mundial de limones, a menos que ocurran cosas imprevistas en los mercados. Con seguridad seguiremos trabajando con los mercados asiáticos, avanzaremos con Estados Unidos y buscaremos abrir nuevos mercados internacionales.

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