"Si está de viaje fuera del país, no vuelva": el editorial de Van Mameren

El país ha cambiado muchísimo en pocos días, pero en Tucumán no ha cambiado nada, analizó Federico Van Mameren. Video

12 Junio 2019

Si usted estaba de viaje, quedesé. No venga. Se va a sorprender de cómo cambió la Argentina en pocos días.

Hasta hace un mes había cuatro jinetes del apocalipsis que cabalgaban juntos en busca de una transformación del peronismo. ¿Qué se hicieron? ¿Dónde están? Se separaron. Cada uno siguió su camino. Los cuatro ya no están juntos.

Miguel Pichetto, que estaba junto con Juan Manuel Urtubey, con Sergio Massa, con Juan Schiaretti... ahora está con Mauricio Macri. No vuelva. No vuelva porque se va a sorprender. 

Massa, se perdió en su soberbia, en su locura, y terminó dilapidando en muy poco tiempo todo su capital político, dándose el lujo de hacer algo que no pueden hacer los políticos, que es dudar. Y así, ahora está sentado junto a Cristina Fernández y junto a Alberto Fernández.

Sí. Si usted hace un mes que se fue sepa que Alberto Fernández es Alberto Fernández de Kirchner, porque ahora está con Cristina a pesar de todas las críticas que usted le ha escuchado en los últimos años.

¿Y Schiaretti? Juega entre las sombras a hacer un macrismo raro, porque irá a las elecciones presidenciales sin un candidato a presidente.

¿Y Urtubey? Quien tal vez se mantuvo en el camino en todo este tiempo, se quedó solo. Tuvo que ir a buscar un padre político y trabajar con Jorge Lavagna, un quinto jinete que había salido inesperadamente porque los cuatro no podían andar juntos.

¿Por qué pasa esto? Pasa porque no hay partidos políticos, porque la vida política de la Argentina es muy distinta a la que estábamos acostumbrados. Ya no se discute peronismo / antiperonismo; radicales / antiradicales; radicalismo / peronismo. Ahora la discusión es por los espacios. Vamos a escuchar discusiones sobre la institucionalidad, del populismo. Una discusión en un lenguaje al que los más viejos no estamos acostumbrados.

Si aún así, usted decide volver a este lugar tan extraño y distinto del que se fue, vuelva a Tucumán, donde no ha cambiado nada. Hubo elecciones hace 72 horas, pero no ha cambiado nada. El peronismo sigue siendo el dueño absoluto de esta provincia, a pesar de que hubo quién discutía si era o no peronista.

El domingo nos ha quedado claro que José Alperovich no es peronista, nunca lo fue. Alperovich intentó comprar el peronismo, o el peronismo intentó aprovecharse de la figura de él. La respuesta es de usted, pienselo. Lo que está claro es que Alperovich no pertenece al peronismo. Sin embargo, dentro de unos meses, Alperovich va a apoyar la candidatura de Cristina Fernández y Alberto Fernández -o, mejor dicho, la de Alberto Fernández de Kirchner y Cristina Fernández-.

¿Y Cambiemos? Se hundió en la ola de las vanidades. Se consume en esas mezquindades de los dirigentes. Es un cúmulo de dirigentes y de ningún líder. Cambiemos va a tener que dialogar mucho para saber si pueden ser un espacio, una estructura, o simplemente un cúmulo de dirigentes a quienes lo único que les interesa es su vanidad y egoísmo. Tiene mucha más mezquindades que votos, tiene una gran incapacidad de armar.

Y entre esas mezquindades sobresalen dos dirigentes: Roberto Sánchez, quien ha descendido en el ranking se las solidaridades políticas; el otro es Domingo Amaya, quien ha ascendido porque trabajó en silencio. Sánchez, que ganó bien en Concepción, ha sido una de las personas que menos ha trabajado en función de la fórmula.

Tampoco han cambiado las costumbres electorales en nuestra provincia. Tanto es así que nos hemos acostumbrado a palabras que en principio suenan positivas: como el aparato. Pero el aparato es engaño, el uso del dinero público, extorsión, hacer trampa. Algunos le llaman folclore, esa palabra fantástica, pero que acá es sinónimo de trampa.

No ha cambiado nada. Si bien no hemos hecho los papelones del pasado, ninguno, ni opositores ni oficialistas, están dispuestos a cambiar un sistema político porque se retroalimentan de él. Y de nuevo, se debe a que han desaparecido los partidos políticos.

Pero hoy es un día muy especial. Tres jueces de la Nación han decidido que aquello de que "roba pero hace" no tiene sentido. Le han puesto un pasador a la puerta corrediza. Tres jueces de la Nación han dicho que un tucumano, José López, es un corrupto que tiene que ir preso. Le han dado la máxima pena: lamentablemente son seis años. Lamentable que una persona que se ha dedicado a robar tanto alcance ser redimido con solo seis años, y mucho más cuando los ha engañado a muchos de ustedes que lo han votado.

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