El hincha más chiflado de San Jorge

“Curly” Rodríguez, enfermero del club, sufrió su segundo episodio cardíaco de la temporada.

EN PLENO REGRESO. “Curly” Rodríguez, en el colectivo de vuelta a Tucumán, anoche.  la gaceta / foto de diego aráoz EN PLENO REGRESO. “Curly” Rodríguez, en el colectivo de vuelta a Tucumán, anoche. la gaceta / foto de diego aráoz
25 Junio 2019

Jerome Lester Horwitz fue el actor estadounidense que le puso el cuerpo a “Curly”, ese entrañable personaje en la serie de la década del ‘30, “Los tres chiflados”. Muy lejos, en tiempo y espacio, de ese momento, Juan José Rodríguez es el enfermero de San Jorge hace nueve años que en el partido ante Alvarado, sufrió su segundo episodio cardíaco de la temporada. Mientras los delanteros acumulan goles y Nicolás Carrizo atajadas, “Curly”, apodado así por el parecido físico, ya puede contar que tuvo un infarto y un pre infarto en el mismo torneo. Todo, por la devoción absoluta hacia el equipo.

“Hace cuatro años que tengo problemas cardíacos (tiene dos stents en ese momento)”, le cuenta a LG Deportiva desde el colectivo que lo traslada desde Mar del Plata a la provincia. En San Jorge, la ecuación era simple: esos problemas se manifestaban en los partidos de su equipo, cuando la tensión subía y subía.

Así sucedió el 17 de marzo de este año, cuando el “Expreso” se jugaba la chance de clasificar al Pentagonal final ante Desamparados. Tras el primer gol tan buscado de Cristian Ibarra, Rodríguez se desmayó en medio del banco de suplentes. El partido estuvo demorado 17 minutos hasta que finalmente la ambulancia llegó a buscarlo.

“Estaba sentado en la conservadora y lo único que me acuerdo después es que me desperté horas más tarde en el (Hospital) Padilla”, recuerda “Curly”.

Lo sucedido el último domingo no fue exactamente igual pero fue desencadenado por lo mismo: la “Peste verde”, la enfermedad de todos los hinchas de San Jorge.

“Estábamos por irnos del estadio, el partido ya había terminado. Yo estaba cambiándome y me tuve que sentar en la conservadora. De ahí no me acuerdo más nada”, relata Rodríguez, de 41 años.

Según lo que pudo recopilar, el médico de Alvarado entró en juego para asistirlo. Fue él el que determinó que se trataba de un pre infarto y el que lo envió derecho al hospital más cercano.

El ingreso y la salida de aquel establecimiento también fue traumático: nadie avisó quién era el que estaba ingresando al hospital, por lo tanto, las autoridades médicas lo anotaron como un “NN”.

“Me desperté a las 5 de la mañana y le pedí a la doctora que me mostrara el electrocardiograma que me habían hecho y me lo negaron. Ahí expliqué que era enfermero y no me creían hasta que mostré la documentación”, explicó.

“Me sacaron los sueros y prácticamente me echaron. Parecía que toda la atención que me estaban dando era un gasto para ellos. Hicieron abandono de persona”, denunció. La pesadilla marplatense continuaba y ya no había instancias de sueño de las cuales despertarse.

Por suerte junto a él ya estaba Roberto Samaquiri, miembro de la delegación de San Jorge, encargado de acompañarlo a la vuelta. Una vuelta que está pautada para la siesta de hoy, ya que salieron ayer a la misma hora. Claro, los jugadores y los dirigentes habían tenido que volver a Tucumán. Allí mismo, se desesperaban por tener alguna noticia sobre él, sus hijas: Micaela Agustina (20), Maria Belén (16) y Valentina (12). “Ella son la razón por la que sigo vivo. Son mis tres ángeles”, le dice a LG Deportiva.

Y si sus hijas son las que lo mantienen vivo, es Adrián Franklin el que -según él- le causó una de las peores noches de su vida. “Este grupo humano es excepcional, para mí éramos de la Nacional. Pero un tal Franklin, que dice ser árbitro, nos sacó ese sueño, me da mucha bronca”, reniega.

Quizás “Curly” no deba renegar más. Él manifestó sus ganas de seguir pero los antecedentes lo dicen todo. Para colmo, las casualidades no son alentadoras. Justamente el actor que interpretó a “Curly”, murió luego de una serie de infartos. Claramente Rodríguez es el hincha más chiflado de San Jorge y el más enfermo. Habrá que cuidarlo.

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