Goane obtiene la séptima licencia y tramita su jubilación

Posse dijo que su par, que lleva seis meses sin trabajar, esperaba noticias de la Anses. El alto tribunal renovó nuevamente el permiso con goce de sueldo dado a Goane para ausentarse por enfermedad.

ÚLTIMO CONTACTO CON LA PRENSA. René Goane dialoga con LA GACETA en noviembre del año pasado. la gaceta / archivo ÚLTIMO CONTACTO CON LA PRENSA. René Goane dialoga con LA GACETA en noviembre del año pasado. la gaceta / archivo

El segundo semestre será decisivo para la carrera de René Goane como vocal decano de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Tanto el presidente de ese cuerpo, Daniel Posse, como familiares del magistrado precisaron que este prepara su acceso a la jubilación con el beneficio del 82% móvil. Las dolencias que lo mantuvieron alejado del Palacio de Justicia durante todo este año obligarían a Goane a dar un paso al costado, desenlace que él siempre había desestimado. En la Corte, que acaba de renovar por séptimo mes consecutivo la licencia con goce de sueldo por razones de salud, prevén que habrá una vacante, aunque el reglamento todavía habilita cinco extensiones más dentro del mismo régimen. En paralelo, un pedido de destitución contra el juez sugiere que la situación configura mal desempeño (se informa por separado).

“No tengo presente el dictamen de la última junta médica que revisó el estado de Goane, pero me da la sensación de que no es un tema fácil. Por lo que yo sé, él está esperando que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) resuelva su expediente”, comentó Posse ayer durante una conversación en su despacho. Y añadió: “lo que sabemos es que está tramitando su jubilación. Por el momento goza del permiso para ausentarse y podría extenderlo seis meses más”. El presidente de la Corte manifestó que no entendía el motivo de la solicitud de expulsión dado que Goane no había prestado servicios: “yo absorbí muchos de sus temas y vamos casi al día. Si él hubiese trabajado sin estar en condiciones, otra sería la situación”. Por aparte, Posse disipó las dudas sobre el estado de salud del vocal Antonio Estofán (se informa por separado).

El diagnóstico preciso de la enfermedad de Goane no trascendió: no existe información oficial sobre el cuadro, la evolución y las posibilidades reales de una recuperación -las acordadas que lo autorizan a ausentarse sólo mencionan los certificados médicos que aquel presentó-. A comienzos de este año, Posse comentó que la muerte repentina de su par Antonio Gandur (acaeció en diciembre) había afectado al vocal decano, que tiene 78 años.

Los familiares consultados no descartaron que el deceso de Gandur haya detonado el deterioro, pero enfatizaron que hubo juntas periódicas de facultativos del Poder Judicial que corroboraron la pertinencia de la licencia. Uno de los parientes, que pidió no ser identificado, relató que todo comenzó con una dificultad motriz que luego se convirtió en una afección cardiológica y neurológica. El interlocutor explicó que, si bien el problema lucía estabilizado, le impedía ejercer la función judicial. “Por ahora lo más firme es la jubilación, aunque no sabemos qué va a pasar. La idea es esperar a que la Anses autorice el beneficio para recién presentar la renuncia (al Poder Ejecutivo)”, dijo.

El vocal decano ya usó casi la mitad del tiempo -153 días- del plazo máximo de la licencia por enfermedad de larga duración. El artículo 26 de la Acordada 234/91 establece que para el tratamiento de enfermedades crónicas y otras consideradas de evolución prolongada, como las infecciosas, traumatológicas, neoplásicas, toxicológicas, por cirugía mayor o psiquiátricas, entre otras, corresponden hasta 360 días corridos con goce íntegro de haberes. El término previsto para este régimen expiraría en la feria de enero. A partir de entonces, el reglamento prescribe que una junta médica ha de determinar si la dolencia es irreversible o no. El resultado de ese análisis podría dar lugar a un permiso de hasta 180 días más con la mitad del sueldo o al procedimiento de cese previsto para la incapacidad irreversible.

Por la ausencia de Goane, que dejó su vocalía en diciembre, la Corte funcionó en 2019 con cuatro miembros: Posse, Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Leiva -reemplazó a Gandur en febrero-. Si concluye la trayectoria tribunalicia extensa del vocal decano, el gobernador Juan Manzur dispondrá de la segunda posibilidad de nombrar a un integrante del máximo estrado provincial: sería su tercer aporte a la cúpula judicial si se considera la designación del ministro público de la Defensa, Washington Navarro Dávila. La eventual designación podría coincidir con la renovación interna de autoridades de la Corte -los mandatos en curso vencen en noviembre-. Estas especulaciones calientan el invierno judicial, donde algunos -pocos- todavía creen que Goane dará una sorpresa a la altura de su legendaria promesa de ser sacado de la Justicia con “los pies para adelante”.

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