Edición génica y automatización, ejes de la ganadería del futuro

Los avances buscan lograr una producción más eficiente, certera y previsora.

LOGROS. La “edición genética” permite incorporar genes deseables al animal. LOGROS. La “edición genética” permite incorporar genes deseables al animal.
06 Julio 2019

Los comederos inteligentes, las modificaciones genéticas, los monitoreos con drones, los collares con GPS, los chips subcutáneos, el “Data Mining” para medir la huella de carbono y el “Blockchain” para procesar datos, son algunas de las innovaciones tecnológicas que se afianzan en el campo. Alcanzar una producción más eficiente, certera y previsible, el desafío al que se enfrenta la ganadería del futuro.

De acuerdo con Aníbal Pordomingo, coordinador del programa Carnes y Fibras del INTA, el sector ganadero en la Argentina tiene tres grandes desafíos a corto plazo: el posicionamiento en el mercado global en sintonía con el mercado interno, reducir el impacto ambiental y aumentar la eficiencia en los procesos.

Para el especialista, resulta “trascendental” la implementación de herramientas que permitan alcanzar una mayor diferenciación del sector. “Necesitamos impulsar el aumento de la eficiencia productiva de la mano de la automatización de los procesos, para luego, con el análisis y entrecruzamiento de los datos obtenidos, tomar mejores decisiones de manejo rápidas y precisas”, aseguró.

En este sentido, reconoció el gran aporte de las tecnologías innovadoras a la actividad y destacó los sistemas de alerta, de alarmas, los sensores, los chips, los GPS y los monitoreos automáticos. También, aquellas herramientas de análisis e interpretación de todos los datos disponibles online, como la inteligencia artificial, el Big Data y el Machine Learning, entre otras.

Además, subrayó el gran aporte que hace y hará la “edición génica” (EG) al sector, tanto en el mejoramiento en animales como en plantas, en beneficio de la producción sustentable y la predictividad de los resultados, en especial, en ambientes extremos.

Mediante esta herramienta es posible incorporar, en el genoma de los animales, alelos, genes o rasgos deseables de otras razas, o bien inhibirlos para mejorar la producción y calidad de los alimentos, así como favorecer el bienestar animal y la sanidad.

De acuerdo con Nicolás Mucci, investigador del grupo de Biotecnología del INTA Balcarce -Buenos Aires-, “la EG es una herramienta muy poderosa, con gran impacto en el sector ganadero, que permite realizar un cambio muy importante en los aspectos productivos y zootécnicos de una generación a la otra”. “Lo que antes era azaroso y se necesitaban muchos años para lograrlo, ahora se puede hacer de un modo rápido y preciso”, reconoció Mucci y agregó: “Hoy, podemos trabajar sobre el genoma como si fuera un procesador de textos”.

Por su parte, Sergio Feingold -coordinador nacional del Programa Nacional de Biotecnología del INTA-, aseguró que “la EG representa una revolución tecnológica pocas veces vista, debido no sólo a sus particulares ventajas técnicas, sino a la posibilidad de introducir modificaciones genéticas con alta eficiencia e inusitada velocidad”.

Se estima que esta técnica puede reducir drásticamente los tiempos del mejoramiento y puede producir una ventaja radical en los programas de mejoramiento, tanto en animales como en plantas, por su menor costo y mayor accesibilidad por parte de dichos programas.

Para Pordomingo, “el mayor avance se va a dar en la edición en la producción vegetal, con grandes aportes a la ganadería de la mano de mejores forrajes y alimentos”, quien vaticinó que “el futuro pasa por controlar el universo de especies de bacterias que afectan al rumen y degradan las fibras y los alimentos, como así también la edición génica a fin de obtener animales con mejor respuesta inmunológica”.

Automatizan el proceso

* Entre las dificultades que enfrenta la ganadería está la baja disponibilidad de mano de obra. “Hay resistencia a realizar tareas de manejo en el campo por parte de las nuevas generaciones”, indicó Pordomingo quien llamó a los productores a “buscar la forma de transformarse”.

* Entre las numerosas tecnologías innovadoras disponibles, el especialista ponderó las aplicaciones de suplementación de animales a campo, los sensores de posicionamiento por GPS, las alertas de ubicación espacial y de parto, los monitoreos permanentes de temperatura, los sistemas de posicionamiento de aguadas y los sistemas de balanzas al paso con registro automático de individuos. “Resulta necesario contar con la conectividad necesaria a fin de lograr que toda esta información llegue a la nube para, luego, ser procesada por herramientas tales como la Big Data”, indicó Pordomingo.

* Una de las tecnologías destacadas son los “comederos inteligentes”, un desarrollo de un equipo de investigadores del INTA Anguil -La Pampa-. Un chip en la caravana de cada ejemplar y unos sensores ubicados en la balanza de los comederos permiten monitorear y evaluar el consumo diario de alimento de los animales.

* Los técnicos del INTA Santa Cruz y del Instituto de Ingeniería Rural (IIR) del INTA Castelar desarrollaron un “collar con tecnología nacional de posicionamiento global” (GPS), para investigar los patrones de distribución, circulación y otros hábitos de los ovinos en sistemas extensivos, en distintas condiciones climáticas y ambientales.

* Otra herramienta que permite resolver problemas en menos tiempo, con más precisión y con ahorro de recursos es el “sistema electrónico de monitoreo integral de vacas lecheras”, implementado por el INTA junto con la empresa Eye Farm, llamado “Track a cow”.

* La muerte de vacas o terneros durante el parto, debido a la falta de asistencia, es un problema para los productores ganaderos. Por esto, un equipo de investigadores del INTA Rafaela -Santa Fe- y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) desarrolló un sensor de alerta de partos, al instante y a cualquier dispositivo móvil. El dispositivo tiene una efectividad del 90% y disminuye las posibilidades de traumatismos.

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