Obras de mejoramiento en el dique Celestino Gelsi

Desde hace muchos años, es uno de los lugares preferidos de los tucumanos, especialmente durante el verano. Las serranías y el imponente espejo de agua invitan a pasar en familia un amable momento recreativo; los amantes de la pesca tienen la posibilidad de ejercitar su pasión. El dique Celestino Gelsi, que sigue siendo conocido como El Cadillal (su anterior denominación), entró en un proceso de renovación y está en tren de comenzar su tercera y última etapa.

El lunes se abrieron las licitaciones para esta nueva instancia, en la que se buscará integrar los espacios terrestres con el agua. Según la vicepresidenta del Ente Tucumán Turismo, el objetivo es reposicionar el embalse como un lugar atractivo para los tucumanos y los turistas. “El turismo era intenso en las temporadas de calor y ahora también es una opción para las vacaciones de invierno o los fines de semana largos que invitan a recorrer la provincia”, dijo la funcionaria.

También se está pensando emprender una cuarta fase en este proyecto que contempla la construcción de un mirador de 360 grados. Meses atrás, se mejoró la oferta gastronómica; se habilitó el Paseo Costanera, destinado al comercio, que se anexa al museo arqueológico. La funcionaria señaló que la oferta de actividades debe potenciar las bondades paisajísticas del lugar. “Lo que queremos es generar una experiencia turística y eso implica no sólo contemplar el paisaje sino que el visitante tenga una actitud activa”, acotó.

Entre otras actividades, se brinda al visitante la posibilidad tirarse por una tirolesa, pescar o practicar deportes náuticos, como la regata, el kitesurf o el windsurf. Según un operador turístico, desde que comenzó la reconversión del entorno del dique, se registró un llamativo incremento turístico, así como un cambio en el perfil en los visitantes locales. El lugar que había sido estigmatizado por aquellos que ponían música a volumen estridente y consumían alcohol, promueve ahora un turismo familiar que busca la tranquilidad.

El dique, cuyo mentor fue el ex gobernador Celestino Gelsi, fue construido para aprovechamiento energético y para riego y, en última instancia, para proveer de agua a San Miguel de Tucumán. En realidad, la ley de construcción del embalse fue promulgada en 1903, durante la gestión de Lucas Córdoba; pasarían 62 años hasta hacerse realidad. Por estar enclavado en medio de un imponente paisaje, en diversos momentos se intentó promover el turismo, como vienen haciendo los cordobeses desde hace años con el embalse San Roque. Pero los emprendimientos quedaron a mitad de camino y el entorno del espejo de agua fue convirtiéndose en sinónimo de descontrol, suciedad y vandalismo,

Bienvenidos sean estos avances; mejor aún si se mantiene la calidad de la oferta y sobre todo, la seguridad y la higiene. Sería interesante si el Museo “Ernesto Padilla”, que se habilitó a mediados de 1973 y se remodeló en 2009, que conserva más de 150 piezas de las culturas Candelaria y Belén, cobrara una mayor importancia, porque además tiene que ver con nuestro pasado e identidad. El anfiteatro podría tener un uso permanente a lo largo del año, con una programación específica; se podría promover actividades culturales, dirigidas a todas las edades. En buena hora si se logra posicionar al dique Celestino Gelsi, como uno de los atractivos principales de la provincia.

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