Dolido por la derrota, Macri reiteró que en octubre se definen los próximos 30 años

El Presidente admitió que la caída tuvo una magnitud inesperada y prometió que iba a redoblar los esfuerzos para impedir que el país regrese al pasado.

EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN EN COSTA SALGUERO. Mauricio Macri reconoce la derrota en presencia de su compañero Miguel Ángel Pichetto y de la gobernadora María Eugenia Vidal. telam EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN EN COSTA SALGUERO. Mauricio Macri reconoce la derrota en presencia de su compañero Miguel Ángel Pichetto y de la gobernadora María Eugenia Vidal. telam
12 Agosto 2019

BUENOS AIRES.- Aunque el público congregado en el salón de Costa Salguero arengaba “sí se puede”, en el escenario de Juntos por el Cambio prevalecían los gestos de escepticismo. Poco después de las 22 y poco antes del comienzo de la transmisión oficial del conteo provisorio, el presidente Mauricio Macri reconoció que estaba “dolido” por no haber logrado el apoyo esperado. Sin dar números, el jefe de Estado admitió que su coalición había hecho una “mala elección”. De inmediato convocó a mirar hacia el futuro y reiteró que iba a trabajar para dar vuelta un golpe más intenso que el previsto. “En octubre se definen los próximos 30 años del país”, insistió el mandatario. Minutos después quedaron a la vista los datos que ubicaron a la fórmula oficialista Macri-Miguel Ángel Pichetto alrededor de 15 puntos abajo del binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández.

El Presidente subió al estrado acompañado de su compañero de ticket; del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su número dos, Diego Santilli; de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; del jefe de Gabinete, Marcos Peña; de la vicepresidenta Gabriela Michetti y de la diputada Elisa “Lilita” Carrió. Sin felicitar a los ganadores de la contienda ni ofrecer números, Macri elogió a Rodríguez Larreta, que ganó la PASO en su jurisdicción, y agradeció el “esfuerzo” a Vidal, que cayó de manera contundente frente al kirchnerista Axel Kicillof (se informa por separado). “Espero que los bonaerenses no se la pierdan en octubre”, anheló. Vidal no tomó la palabra: el silencio “lo dijo todo” sobre los 17 puntos que la distancian de la propuesta opositora.

Macri ratificó su apego a la institucionalidad. “Escuchamos el voto de la gente y creemos en la democracia”, manifestó. Luego ensayó una justificación para el nivel de desempeño pobre de su boleta incluso en provincias donde la victoria lucía asegurada, como Mendoza y Santa Fe. “El nivel de dificultades que tuvimos que enfrentar ha llevado a que haya mucha angustia y duda”, reflexionó.

A continuación, Macri retomó el discurso optimista y volvió a comprometerse con el trabajo de construcción de un lugar en el mundo para la Argentina. “Estoy aquí para ayudarlos. Creo en lo que podemos hacer. Es muy importante que todos sigamos dialogando en este país para explicar al mundo qué queremos. Si no tenemos un mensaje claro, va a ser difícil construir el país que todos queremos y nos merecemos”, postuló.

En una conferencia de prensa concedida tras reconocer la derrota, el Presidente afirmó que “todas las encuestas” se equivocaron. Y reiteró su temor hacia una “vuelta atrás”. “Nunca estuvimos tan cerca de cruzar el río. Espero que todos colaboren para que eso suceda”, invitó el mandatario.

Si bien Macri había dicho que era hora de “dormir” y de volver a empezar mañana (por hoy), poco después de la medianoche trascendió el llamado a una reunión de gabinete de urgencia en la que participaron, entre otros, Rodríguez Larreta y el gobernador jujeño Gerardo Morales. Dos serían las preocupaciones centrales: 1) atenuar la reacción de los mercados ante unas “PASO-castigo” para el Gobierno y 2) tomar medidas drásticas para impedir que el desastre de este domingo se convierta en una despedida definitiva de la Casa Rosada en octubre -se habla incluso de la renuncia de algunas figuras-. Los votos obtenidos garantizan al Frente de Todos una victoria en primera vuelta. Para torcer ese rumbo, el oficialismo debería concretar la hazaña de sumar los sufragios del 25% del electorado que no asistió a las urnas, y absorber las cosechas de los candidatos de centro y de centroderecha. (Especial)

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