Después del crimen, la calma no termina de llegar en el barrio Jesús de Nazareth de El Colmenar. Los vecinos amenazaron con crear el asentamiento Benjamín Amaya si es que no se cerca el lugar donde fue asesinado el menor. Los familiares, en tanto, pidieron tranquilidad y esperan que actúe la Justicia.
“No queremos beneficiarnos de la muerte de este chiquito... Queremos una solución. El sábado todos los vecinos nos apropiamos del terreno porque el dueño nunca se hizo presente. Esto es una guardería de los ‘choros’ y exigimos que esto tenga tapia para mayor seguridad”, expresó la vecina María Jiménez.
La mujer agregó: “es el tercer homicidio en el lugar y cuando lo buscamos al sereno para que nos diera una respuesta, pero no la tenemos. Ese hombre se recupera de una ACV y no puede hacerse cargo de un lugar así. Acá se juntan a drogarse y guardan las cosas robadas. El lugar está como un monte y es más peligroso para todos nosotros. En el barrio hay muchos niños”.
El sábado hubo un incidente importante. Los vecinos contaron que ese día se presentó el presunto dueño del predio, a quien le exigieron que pusiera una tapia o un alambrado. Cuando la charla fue subiendo de tono, el hombre habría realizados disparos al aire con una pistola.
“Él decía que no tenía la culpa de lo que había pasado, que eso era responsabilidad de la madre, pero esto es un peligro hace muchos años. El terreno está abandonado y la zona está insegura. Él tiene que hacerse cargo”, remarcó Micaela Ramallo.
Mientras varias familias debatían enfurecidas en la calle, un grupo de policías comenzaron a recorrer el terreno y procedieron a cortar los hilos con los que la gente había marcado las parceles que ocuparían.
“Delimitamos ya el terreno porque si la Policía no da respuestas y el dueño no aparece para dar una solución, nosotros nos apropiaremos”, explicó Jiménez.
“La policía dice que está haciendo las pericias, pero estamos acá pidiendo que solucionen esto sino vamos a instalarnos ahí. Ellos nos pidieron que salgamos para que puedan trabajar y ahora están cortando los hilos”, comentó Ramallo. Señaló que esa es una zona urbana y que necesitan más seguridad e iluminación en el terreno.
En medio de tenso clima, los vecinos se toparon a mitad de la calle con varios integrantes de la familia de Benjamín y discutieron. Los parientes del pequeño, que tenían una remera blanca con una imagen del niño, remarcaron que están pasando por un momento de mucho dolor y le pidieron a la gente que mantuvieran la calma y que no se enfrentaran con os policías que estaban en el lugar.
“Les pedimos que no usurpen el terreno ni que se pongan en esa posición de violencia”, gritó una de las mujeres de la familia al grupo de vecinos.
“Esperemos unos días a ver qué pasa en la Justicia, que nos dicen y recién veremos que se hace. Si no hay una solución, yo misma pediré que usen el terreno para que ustedes tengan un lugar y se haga hasta una plaza para los niños, pero enfrentarnos así no. Somos personas, debemos dialogar. No perros para pelear”, concluyó otra pariente de Benjamín.
Sobre el crimen
Los vecinos, al ser interrogados sobre el crimen de “Benja”, dijeron que desconocen quien puede ser el homicida. “Acá en el barrio se dicen muchas cosas. Hay muchas hipótesis, pero nosotros no sabemos nada. Lo único que queremos es más seguridad y que pongan tapia en esta propiedad”, dijo Jiménez.
“Ya hubo dos homicidios más en ese lugar. En uno de ellos, un hombre que vendía mesas y sillas apareció muerto, y después un niño de nueve años que fue ahorcado. Con la muerte de este chiquito ya son tres los crímenes. Esto se tiene que acabar”, concluyó.