Fuertes ataques del complejo de pulgones

Desde la Sección Zoología Agrícola, el ingeniero agrónomo Augusto Casmuz expuso sobre el “complejo de pulgones” en trigo, plaga que ha manifestado una ocurrencia generalizada durante esta campaña. El técnico recomendó intensificar los monitoreos, principalmente en aquellas situaciones con trigos recién espigados o iniciando el llenado de los granos, estableciéndose como niveles de control cinco pulgones/espiga en esas fases. En etapas más avanzadas (fin de llenado/grano lechoso), niveles de 15 a 20 pulgones/espiga justificarían su control.

En los monitoreos, también se debe tener en cuenta el registro de los enemigos naturales por la importancia que revisten en el control biológico de esta plaga.

Los pulgones son plagas que tienen una alta fecundidad, llegando a incrementar exponencialmente sus poblaciones en períodos de tiempo muy corto. Los daños ocasionados son directos, principalmente, debido a la extracción de savia y a la inoculación de saliva tóxica, produciendo “marchitamiento”, “clorosis” y disminución en los rendimientos.

Las principales especies que ocurren en nuestra zona son: el “pulgón de la raíz” (Rhopalosiphum rufiabdominalis), el “pulgón verde de los cereales” (Schizaphis graminum) y el “pulgón de la espiga” (Sitobion avenae), siendo este último el de mayor ocurrencia e incidencia sobre el cultivo. Los técnicos comentaron que, en campañas anteriores -desde fases vegetativas del trigo-, era común observar la presencia de “parasitoides” y “predadores de pulgones” (coccinélidos y crisopas), cuya acción conjunta determinaba que los pulgones no alcancen niveles que ameriten su control.

Durante esta campaña, se observó una baja incidencia de los controladores biológicos antes mencionados, y esta situación posiblemente determinó que el “pulgón de la espiga” alcance importantes niveles poblacionales en el trigo.

El “pulgón de la espiga” puede ocasionar disminuciones de rendimiento, siendo mayor el impacto durante la espigazón y el inicio de llenado de los granos, por el aborto de los mismos. En etapas finales de llenado y durante las fases de grano lechoso y pastoso, los daños determinan un menor peso de los granos. En ensayos realizados se determinaron reducciones del rinde cercanas al 28%, en situaciones con altos niveles de pulgones sobre el cultivo de trigo.