Tres historias paralelas y convergentes

Visión del frente interno norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial.

EL CONTEXTO. El acceso de la mujer a posiciones impensadas en la II Guerra Mundial, dada la escasez de mano de obra, motorizó cambios sociales.  EL CONTEXTO. El acceso de la mujer a posiciones impensadas en la II Guerra Mundial, dada la escasez de mano de obra, motorizó cambios sociales.
27 Octubre 2019

NOVELA

MANHATTAN BEACH  

JENNIFER EGAN 

(Salamandra - Barcelona)

Un aspecto valioso de esta novela es la visión del frente interno, en Estados Unidos, durante el período de la Segunda Guerra Mundial. La escasez de mano de obra permitió a las mujeres acceder a posiciones impensadas, lo que produjo un cambio social y sentó precedentes para los movimientos feministas de las décadas siguientes.

En una ficción tan bien construida, como documentada, Jennifer Egan (Chicago, 1962) recrea escenarios a los que no estamos acostumbrados; presenta una Nueva York portuaria -los muelles del West Side y los astilleros de Brooklyn- como marco de tres historias paralelas y convergentes, de Eddie Kerrigan, descendiente de irlandeses, de su hija, Anna, y de Dexter Styles, un jefe gangster, emparentado por matrimonio con una familia patricia.

Se trata de una narración de superficies y profundidades, literal y metafóricamente hablando. En lo superficial, con el telón de la guerra que ya avanzó sobre el Pacífico, discurre la vida de una Nueva York de talleres de ensamblaje, clubes nocturnos, mafias y venganzas; en lo profundo, nos lleva a las guerras internas, a los abismos donde se esconden las verdades profundas (“la meditación y el agua están emparejadas para siempre”), a las demandas físicas y emocionales para salir a flote.

La acción comienza en Manhattan Beach, de allí su título, escenario también de momentos cruciales. Anna logra ocupar un puesto de submarinista o buzo técnico dentro de los astilleros militares, a pesar de la misoginia y sexismo de los oficiales. Su padre, Eddie, da un vuelco a su vida abandonando a la familia, sin explicaciones, y uniéndose a la marina mercante. Esto va a dar pie al desarrollo de una historia de navegación, y de un naufragio con ecos de Conrad, o del maravilloso cuento de Stephen Crane “El barco abierto”. Cuando la trama parece alejarse de lo que la vertebra, retornamos a los muelles y al hilo sobre Dexter Styles, que aparece como un Gatsby, acariciando el vacío de su sueño americano y enfrentando un destino absurdo.

La talentosa Jennifer Egan ha publicado cinco obras de ficción, entre ellas El tiempo es un canalla, galardonada con el Premio Pulitzer (2010) y el National Book Critics Circle Award.

© LA GACETA

MARÍA EUGENIA BESTANI

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