Violentos choques se registraron ayer en el centro de La Paz entre manifestantes leales al ex presidente Evo Morales y efectivos policiales y militares, que sacaron a las calles al menos una tanqueta, en el primer día del gobierno provisional de Bolivia. La protesta se intensificó cuando el martes la vicepresidenta segunda del Senado, la opositora Jeanine Áñez, se autoproclamó presidenta de Bolivia en una sesión sin quórum.
Pero ayer, la virulencia recrudeció tras la inesperada aparición de la presidenta del Senado, la “evista” Adriana Salvatierra, quien ahora reclama entrar en funciones y a la que le corresponde asumir en lugar de Evo, por ostentar el máximo cargo sucesorio respecto de Áñez.
Los enfrentamientos entre los defensores de Morales y la policía se registraban a tres cuadras de la plaza Murillo, donde en ese mismo momento Áñez ponía en funciones a su nuevo mando militar.
Por entonces, los manifestantes estaban al tanto de lo que había ocurrido en el Senado. Allí se presentó ayer Salvatierra junto con legisladores del MAS. La policía les cerró el paso y no les permitió el acceso al edificio. Medios bolivianos afines al nuevo gobierno de Áñez señalaron que Salvatierra había renunciado a su banca el fin de semana. Pero la propia Salvatierra rechazó esa versión.
“Aquí el coronel que está presente está impidiendo el acceso a la fuente laboral de los parlamentarios. Intentamos ingresar para tener una reunión con los parlamentarios, pero no nos dejaron ingresar. No sabemos todavía por órdenes de quién”, reclamó la presidenta del Senado, envuelta en un clima de alta tensión.
“Están requisando las oficinas, están impidiendo el normal funcionamiento con los trabajadores del Senado y, particularmente, con los parlamentarios”, denunció. Y agregó: “Estas son las muestras de que esto es un golpe de Estado y que las fuerzas del orden no brindan ninguna garantía para la seguridad de nadie”
Mientras Salvatierra se enfrentaba cara a cara con la policía, otros asambleístas del MAS coreaban “no hay renuncia” y “dictadura”. La crispación se elevó cuando la policía avanzó a los empujones sobre los legisladores de Evo Morales, quienes retrocedieron y se reunieron en un edificio contiguo.
Afuera, en tanto, los policías lanzaban bombas de gas lacrimógeno a los manifestantes, mientras aparecía una tanqueta blindada. Los choques se concentraron en La Paz, Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. (iProfesional/Clarín)