Hace un tiempo, un grupos de socios de San Martín se reunió con la idea de difundir la historia del club y sacar del anonimato algunas cosas que parecían perdidas, olvidadas o desconocidas para el hincha común.
De esa manera, gracias a su trabajo, durante los festejos por el aniversario 110 de la institución, la dirigencia y los socios colocaron una placa conmemorativa en Ayacucho 557, lugar exacto en el que en 1909 se firmó el acta fundacional. Y también como parte de las celebraciones, durante la “Santa Semana”, Ramiro Villa, historiador y uno de los grandes impulsores de la movida, logró su cometido: presentar la bandera estatutaria, un símbolo que parecía perdido.
“Hace mucho tiempo que tenía conocimiento de que San Martín contaba con esta bandera. Me parecía raro que ninguna dirigencia, por lo menos en los últimos tiempos, no la haya sacado a la luz”, relata Villa en diálogo con LG Deportiva, dejando en claro que su idea no es para nada nueva. “Intenté acercarme a varias CD, pero nunca le dieron mucha importancia al tema. Por eso, agradezco a esta dirigencia que de a poco nos va dando un lugar. Es importante difundir la historia o sacar del desconocimiento cosas que por ahí mucha gente no sabe”.
El estatuto “santo”, en su artículo 3°, cita: “son los colores oficiales. Una bandera compuesta de once fajas horizontales de color blanco y rojo alternado, debiendo llevar el ángulo superior un cuadro blanco con las letras “CASM”, doradas, en el centro. La insignia social será un escudo con once fajas verticales, alternadas blanco y rojo, y cruzadas, diagonalmente, de arriba abajo o de izquierda a derecha por una banda color blanco con las letras “CASM”, en rojo”.
En ese punto Villa y compañía se apoyaron para crearla, darla a conocer y regalársela al club. “En realidad, cuando yo saqué la idea, el resto del grupo se sumó al toque y la dirigencia también nos dio una ayuda económica para que podamos hacerla realidad”, asegura.
El lunes 4 de noviembre, durante una charla de historia “santa” en la sala de prensa de La Ciudadela, Villa, Gabriel Sanzano y Juan Figueroa la presentaron en sociedad.
Si bien el estatuto la nombra, de su historia no hay muchos datos fehacientes y certeros. De acuerdo a lo que relatan los historiadores, no hay registros gráficos de ella. “Yo indagué en los archivos de la provincia, de la Casa Histórica, del diario La Orden y de LA GACETA y en ninguno hay nada sobre la bandera. Lo que me llamó la atención es que a nadie se le haya dado por presentarla en el último tiempo”, asegura Villa, chocho de la vida por haber contribuido en algo con su club. “Lo bueno es que ahora está presentada y que poco a poco se van conociendo datos que muchos desconocían. Es importantísimo, para un club, difundir su historia”, agrega.
Lo cierto es que durante su presentación, y más allá de que el artículo 3° del estatuto “santo” así lo establece, muchos hinchas preguntaron por qué la bandera lleva rayas horizontales y no de manera vertical como está en el escudo y en la camiseta. “A la bandera debe tomársela desde el borde que va pegado al mástil. De esa manera, cuando la presentás, las rayas quedan verticales”, afirma Villa, apoyándose en algunos ejemplos de equipos que tienen su camiseta a rayas verticales y que poseen una bandera de similar característica a la de San Martín. “Peñarol, de Uruguay, y San Lorenzo son dos equipos que tienen una bandera oficial y también su diseño es similar a la nuestra. Es porque la parte de arriba, sería la que está pegada al mástil”.
No todos los clubes tienen una bandera oficial; de hecho no son muchos los que la poseen. Hasta hace algunas semanas, en San Martín no sabían que contaban con semejante lujito. Pero hoy, gracias al trabajo conjunto entre socios y dirigentes, la bandera estatutaria es el nuevo “chiche” que tienen en Bolívar y Pellegrini.
Detalle histórico
Durante los primeros años, cuando los equipos salían al campo, un utilero o algún ayudante ingresaba portando una mini bandera que se usaba para identificar a la delegación. En la foto se observa que el equipo “santo” de 1919 ingresó con una bandera distinta a la descripta en el estatuto. Un dato revelador, que refuerza la teoría de que no era muy utilizada.