Dos caminos, un destino

José Alperovich dice que no embestirá políticamente contra la actual gestión de Gobierno en Tucumán. También de que no hay lugar para las especulaciones políticas y que es necesario construir proyectos alrededor de la nueva conducción institucional de la Argentina que asumirá el 10 de diciembre. Sin embargo, casi al mismo tiempo, critica el pedido de crédito privado por $ 3.000 millones que la fórmula Juan Manzur-Osvaldo Jaldo hicieron para asegurar el pago de los sueldos estatales.

Alperovich ha definido que no se escindirá del bloque oficialista que, en la Cámara Alta, conducirá el formoseño José Mayans. Hubo una voz que los ha encolumnado, la de Cristina Kirchner. La vicepresidenta electa no está en sintonía con Manzur. Lo esquiva. Sin embargo, hay señales de acercamiento. No hace mucho, el gobernador visitó a Máximo Kirchner, convertido hoy en presidente de la bancada justicialista en Diputados. Fue un encuentro que se extendió tan sólo por una hora. No había mucho que decir. Sólo escuchar las propuestas de un lado y del otro. En la Casa de Gobierno hay sospechas de que las críticas del senador están relacionadas con el distanciamiento de Manzur con Cristina.

Alperovich reconoce que hay diferencias de matices con la fórmula Manzur-Jaldo. Hoy cambió de parecer: no abandonará la política, como había anticipado antes de perder las elecciones del 9 de junio. “Soy un animal político”, se definió. Mientras tanto, Manzur calla. Cada vez que mencionan el apellido de su antecesor, cambia de tema o directamente se aleja de las conversaciones. Alperovich no está en sus oraciones. Sin embargo, una remanida definición cabe para estas circunstancias: la política es el arte de lo posible. Aún cuando eso signifique tragarse algunos sapos.

Si hay acercamiento entre Manzur y Alperovich, la orden pudo haber venido de Alberto Fernández, vía Cristina Kirchner. Y viceversa. El Frente de Todos necesita mostrar signos de unidad, en la Nación y en cada provincia. Una señal para el binomio Manzur-Jaldo será la venia del presidente electo para sumar tucumanos a su gabinete. Si no lo hace, se considerará un mal presagio.

Manzur está en Estados Unidos. Alperovich también. Uno en Nueva York. El otro en Miami. ¿Se avecina una cumbre entre ambos? Sus caminos están divididos, pero el “destino Fernández” los aglutina. Es cuestión de tiempo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios