Sánchez discutió con Lebbos y luego volvió al penal

La Sala III rechazó el pedido de arresto domiciliario que había efectuado la defensa del condenado por problemas de salud.

TENSIÓN. Sánchez y su mujer le gritan a Alberto Lebbos en medio de la sala, momentos antes de que los jueces dieran a conocer el fallo. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll TENSIÓN. Sánchez y su mujer le gritan a Alberto Lebbos en medio de la sala, momentos antes de que los jueces dieran a conocer el fallo. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll

“¡Sinvergüenza! ¡Sinvergüenza! Vos vas por cuestiones políticas y por plata. Eso es lo que querías, plata. (Lo que tengo lo conseguí) con el sudor de la frente y por herencia de mi madre”, vociferó del el banquillo Hugo Sánchez, en referencia a una propiedad en Tafí del Valle. Sus gritos apuntaban contra Alberto Lebbos. En ese momento, el padre de Paulina, asesinada en 2006, respondía a los agravios de la esposa del ex jefe de Policía. “Los asesinos no están porque su marido ha destruido las pruebas, señora”, contestaba Lebbos en el otro lado del salón. 

Lebbos había hablado, al ser familiar de la víctima, ante los jueces de la Sala III. Al volver a su asiento y cuando la audiencia se cerraba, Claudia Ibáñez López irrumpió entre el público: “señor Lebbos, mi marido va por el encubrimiento a García (Enrique, ex comisario de Raco), quien se atribuyó el hallazgo del cuerpo. Los asesinos no están. Usted es un delincuente”, le gritó la mujer.

Minutos después, se conocería la decisión del Tribunal.

Sánchez, condenado a seis años de prisión por el encubrimiento del homicidio de la joven, continuará alojado en la Unidad VI del penal Villa Urquiza para cumplir con la prisión preventiva. Su permanencia, sin embargo, será revisada en 45 días, cuando se le realicen los estudios médicos que determinarán la evolución o no de sus enfermedades.

En la última audiencia, la Sala III rechazó el pedido de prisión domiciliaria que había solicitado la defensa de Sánchez. Además, los magistrados Dante Ibáñez (presidente) y Rafael Macoritto requirieron que el servicio penitenciario provincial, en estas 48 horas, disponga la dieta y la entrega de medicamento que prescriban para el paciente los médicos particulares o de instituciones públicas. En caso de incumplimiento, se fijará un apercibimiento a los responsables del área.

“No lo logramos porque nos hacen falta jueces con liderazgo, y que no le tengan miedo a la opinión política. Hemos asistido a un fallo deplorable, carente de fundamento jurídico e ilegal desde todo punto de vista”, expresó Alejandro Biagosch, defensor privado del preso, quien ratificó que su cliente no recibía el tratamiento alimentario y los medicamentos que necesitaba.

El miércoles, se había realizado una primera audiencia ante el requerimiento del cambio de modalidad del arresto. Ese día, ocho galenos especialistas se presentaron para sustentar el informe que habían elaborado, en el marco de una Junta Médica. En ese estudio se confirmó que el condenado ha venido padeciendo problemas urinarios e insuficiencia renal crónica, lo que conlleva un alto riesgo cardiovascular. A la vez, insomnio y problemas gastrointestinales, dolencias vinculadas con la situación de encierro en el penal, según remarcaron en las audiencias.

“Se aconseja como tratamiento de base una dieta rica en proteínas, que deberá ser estrictamente cumplida, ya que de ella depende el nivel de evolución de la enfermedad (renal)”, se expresó en la conclusión. “Se aconseja tratamiento higiénico y farmacológico”, contempló, a la vez, el estudio.

Ayer, declararon las autoridades de Institutos Penales del Ministerio de Seguridad y de las áreas responsables del control de internos y de los servicios médicos y de alimentos de Villa Urquiza. Entre otras cosas, los testigos coincidieron en que el suministro de comida era regular y que el penal podía entregar dietas especiales para internos con enfermedades complejas, como el caso de Sánchez.

Mirta Monteros, jefa de la Unidad VI, describió que el ex jefe de Policía estaba ubicado solo, en una celda de integrada por un baño y una habitación, con espacios para hacer actividades físicas.

“Tuvieron que llamar a políticos. Tanto (el director de Institutos Penales, Félix) Concha como (el interventor del departamento de Producción, Carlos) Arnau vinieron a mentirnos porque están protegiendo sus cargos y al ministro de Seguridad, (Claudio) Maley, que es el responsable de la negligencia y la falta de cuidado desde el punto de vista médico, higiénico y alimentario que padece la población del penal, en especial, Hugo Sánchez”, expresó Biagosch.

El letrado adelantó que interpondrá “los recursos correspondientes” y un habeas corpus. “El estado de salud de mi defendido no puede depender de un mejoramiento hipotético administrativo. Es imposible que en 24 horas se pueda modificar una administración deplorable, deficiente del servicio penitenciario”, apuntó.

Lebbos, al final, indicó: “como ya le han rechazado todos los recursos (procesales), realizó ahora una puesta en escena. Este hombre me encontraba en la calle y me decía ‘seguí con tu marchita’ (por el reclamo de justicia). En ese momento, no tenía ninguna enfermedad para tratarme de esa manera”, manifestó.

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