“Es poco conocido en Tucumán. En realidad, las generaciones de estudiantes que han pasado por la Facultad no lo han tenido como un referente importante de la plástica nacional. Si bien en la primera mitad del siglo XX, era considerado uno de los pintores que mejor representaban el espíritu nacional, según lo anunciaban la mayoría de los teóricos de esa línea estética”, sostiene la licenciada en artes plásticas Gloria Zwajin de Gentilini sobre el pintor tucumano Alfredo Gramajo Gutiérrez.
La especialista afirma que, desde el punto de vista estilístico, se lo puede considerar “un artista moderno porque es antiacadémico, vale decir que no tiene una formación rigurosamente académica o no se expresa dentro de los lineamientos del academicismo riguroso”. “Él tiene como referente importante a Gauguin, a Van Gogh, artistas que abren una nueva línea y además tiene una influencia muy grande del arte naïf. Es más popular, desde ese punto de vista, la construcción de la imagen, una imagen que si bien usa los recursos del arte moderno, tiene mucha identificación con las imágenes populares”, comenta.
- Justamente eso es lo que a Lugones le llamó la atención y lo expresa en el diario La Nación, en 1920, cuando era prácticamente un desconocido.
- Exactamente, dice que es el pintor nacional. A mí me parece muy interesante la obra de Gramajo Gutiérrez porque tiene una imagen que se identifica con el modo de sentir del pueblo.
- ¿Se puede hablar de una pintura tucumana?
- No me atrevería a tanto, porque fijate que si vos lo comparás, por ejemplo, con los pintores de la década del 20, tendríamos que nombrarlo a Atilio Terragni o a Benjamín Nemirovsky, pero ellos tienen una pintura con el peso de la academia sobre las espaldas. En cambio, Gramajo Gutiérrez logra liberarse de eso. Y si pensamos en los artistas del 30, como Nieto Palacios, Lobo de la Vega, González del Real, estos tienen otra impronta, y si bien hay pinturas que se parecen a las de Gramajo Gutiérrez, son distintas, no sé si tiene que ver con las técnicas o con otras cuestiones. Creo que él es muy personal desde el punto de vista de la construcción de la imagen.
En Tucumán
“El rodeo”, evoca a un personaje gauchesco montado a caballo con su guardamonte típico; “Guitarreros” y “El Cristo de Tilcara” (representa el rostro sufriente de Jesús, con una corona de espina que derrama gotas de sangre; data de 1954), son dibujos en pequeño formato que
integran la colección del Museo Provincial “Timoteo Navarro”. “En nuestra provincia es casi un desconocido... Gramajo Gutiérrez sigue sin ser profeta en su tierra... los dibujos no representan medianamente ni medianamente lo mejor de su obra”, escribió el crítico de arte Ramón Alberto Pérez, en la edición de LA GACETA del 17 de junio de 1996.