Netflix estrena una miniserie sobre Nisman

La muerte de Alberto Nisman vuelve a estar entre los títulos más importantes de los diarios argentinos, en un doble espacio. A pocos días de que se cumplan cinco años de su deceso, aún envuelto en un halo de incertidumbre sobre la causa del fallecimiento, con el cambio de Gobierno y la posibilidad de que se revisen peritajes oficiales, se aviva el expediente judicial.

Todo ocurre entre declaraciones políticas y reclamos de sus deudos, al tiempo que la plataforma de streaming Netflix estrenará mañana una miniserie documental sobre el caso irresuelto.

“El fiscal, la presidenta y el espía” es el nombre de la propuesta que llega a las pantallas de todo el mundo, y que cuenta con testimonios de la fiscal Viviana Fein; del ex responsable de Inteligencia, Oscar Parrilli; de la ex esposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, y del ex espía Jaime Stiuso, con el respaldo de imágenes de archivo para completar una estética clásica del género. Serán seis capítulos de una hora cada uno, que le insumieron cuatro años de trabajo al director y productor británico Justin Webster, quien también es el autor de “El fin de ETA”, la serie “Muerte en León” (ambas para Netflix), “El pionero” (para el canal HBO) y “Six dreams” (emitido por la plataforma Amazon). En total, para el trabajo final se relevaron más de 1.000 horas de archivos y grabaciones.

“No todos estarán de acuerdo con algunas hipótesis. Esperamos que la serie contribuya a traer algo de claridad e incluso llegue a esclarecer partes importantes de esta trágica y compleja historia. En realidad queda mucho por saber, solo se ve la punta del iceberg”, sostuvo el director del que consideró “el trabajo más complicado de mi vida”. Por sus adelantos, la miniserie no da por esclarecido el caso, sino que deja varios interrogantes sin responder.

Nisman apareció muerto en el baño de su departamento el 18 de enero de 2015, pocas horas antes de declarar en el Congreso sobre su acusación a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a altos funcionarios de su gestión por haber intentado encubrir el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994. La explosión causó 85 víctimas fatales y cientos de heridos de distinta consideración.