14 Enero 2020
LA REINA ISABEL. La monarca, de 93 años, sale de Sandringham. reuters
SANDRINGHAM, Inglaterra.- La reina Isabel II de Inglaterra dio su aprobación a los deseos de su nieto, el príncipe Harry, y de su esposa, Meghan, de independizarse. Ocurrió luego de una reunión familiar realizada ayer para resolver esta situación que había llevado a una crisis a la Casa Real británica.
Harry y la actriz estadounidense Meghan causaron un impacto inmenso la semana pasada cuando anunciaron que deseaban distanciarse de los deberes reales y pasar más tiempo en Estados Unidos y en Canadá.
Luego de una reunión en la finca rural de Sandringham, en el este de Inglaterra (a la que asistieron el príncipe Carlos, heredero al trono, y sus hijos los príncipes Harry y Guillermo) la monarca de 93 años dijo que la familia apoya los planes de la pareja.
Declaración
“Aunque hubiésemos preferido que ellos hubiesen seguido como miembros en funciones a tiempo completo de la familia real, respetamos y entendemos sus deseos de vivir una vida más independiente a la vez que seguirán siendo una parte valiosa de mi familia”, dijo la reina Isabel en un comunicado.
“Harry y Meghan han dejado claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto, se ha acordado que habrá un período de transición en el que los duques de Sussex pasarán tiempo en Canadá y Reino Unido”, agregó.
El sorpresivo anuncio de Harry, de 35 años, y de Meghan, de 38, expuso las divisiones que existen dentro de la familia Windsor y motivó un debate sobre qué significa ser miembro de la realeza en el siglo XXI.
La pareja no consultó a la reina ni a Carlos antes de realizar el anuncio a través de Instagram. Esa actitud fue calificada como una impertinencia y se la consideró prematura dentro una familia cuyas raíces se remontan 1.000 años en la historia de Europa.
Meghan está actualmente en Canadá con su pequeño hijo Archie. Se esperaba que ella participara de las discusiones de ayer mediante una llamada telefónica.
Ella y Harry argumentan que buscan inidependiencia financiera y que eso implica la posibilidad de trabajar en Estados Unidos, país de origen de Meghan.
A pesar de la resolución de la reina, no está claro cómo lograrán ese distanciamiento parcial que buscan de sus roles reales -que algunos medios han apodado el “Megxit”, en referencia a la difícil salida de Reino Unido de la Unión Europea conocida como “Brexit”- ni quién pagará por su estilo de vida.
“Estos son temas complejos que mi familia debe resolver y resta trabajo por hacer, pero he pedido que se alcancen decisiones definitivas en los próximos días”, dijo la reina en su comunicado (Reuters)
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