Dicen que los amigos son la familia que uno elige, pero a veces se presentan situaciones en la vida en las que aparecen personas casi de casualidad que en un abrir y cerrar de ojos pasan a formar parte de tu círculo íntimo y se vuelven indispensables.
Quizá una persona que no conocías contestó un tweet brindándote aliento, o justo compraron una entrada en la misma ubicación para un show en el que iban solos, quizá comparten la pasión por un deporte o se conocieron en un viaje que se animaron a emprender solos. Estas personas forman parte de lo que muchos definen como destino y llegan a tu vida para quedarse.
En los últimos años la cantidad de personas que se animan a recorrer el mundo solas creció considerablemente, así también como las personas que asisten solas a un espectáculo. Estar “solo” en realidad es una sensación porque en cada lugar que visités podés encontrar un amigo en la misma situación que vos para hacerse companía y compartir gustos en común.
Unidos por un viaje
Marco Masucci, de 21 años, sintió muchas inseguridades para dar el paso de viajar sólo a Disney cuando cumplió 15 años. Esa decisión fue la que terminó cambiando su vida; en el viaje conoció a las también tucumanas Anastasia Barboza (22), Lourdes Stefanoni (22) y Carla Ávila (22) amigas que se convirtieron en hermanas para él. “Nos unimos mucho en el viaje, cuando volvimos no nos vimos por casi un año pero por las vueltas de la vida el grupo terminó unido. Aprecio que siempre estén para escucharme y para darme consejos incluso cuando no estoy de humor para hablar con nadie, ellas simplemente están”, precisó.
“Nuestra amistad nació porque Marco le prestó crema post solar a una amiga que se había insolado. Como él había viajado solo, después estaba con nosotras todo el tiempo”, recordó Anastasia. “Nos unió que teníamos muchísimas cosas en común y que nos conocimos en el momento indicado en un lugar mágico”, agregó.
“Pasa el tiempo y por cuestiones de la vida no los puedo ver tan seguido como antes, pero lo más lindo es que la relación sigue siendo la misma. Espero que aunque los sueños de cada uno nos lleven en distintas direcciones, esta amistad dure toda la vida y que cuando seamos más grandes podamos rememorar con cariño y alegría todos los buenos momentos que pasamos juntos”, anheló Lourdes.
Carla aprecia a sus amigos porque con ellos es feliz. “Ellos te cuidan, te quieren, te divierten; te enseñan que la vida pasa rápido mientras vos buscás ‘la felicidad’; esa que pensás que va a llegar más adelante pero en realidad son los momentos que guardás en el baúl de los recuerdos, comiendo sándwiches de milanesa y jugando mientras te reís con ellos a las dos de la mañana. Cuando te sentís bien y no te falta nada, donde no duele nada, ahí sos feliz, pero no por el lugar o la comida, sino por las personas con las que estás, porque estás con tus amigos, esos que al principio te caían mal, o que la vida te los cruzó un día sin saber que se iban a quedar hasta hoy, siete años después”, destacó.
Unidos por el fútbol
Facundo Valero (21) viajó a Alemania para reencontrarse con Jannis Waldbaur (20) un amigo que conoció en un intercambio en Canadá en 2016. El viaje duró sólo un mes y bastó para que se hicieran buenos amigos. “Yo no sé alemán, pero en inglés no tuvimos dificultad para hablar. De ahí fuimos compartiendo cosas como el fútbol. Él es hincha del VfB Stuttgart y yo de Boca, nos encariñamos con el equipo del otro. Aunque siempre me carga con la final del mundial 2014, encontramos la manera de llevarnos bien”, bromeó Facundo.
La amistad se mantuvo mediante el contacto por redes sociales y un par de intercambios de camisetas por correo. El año pasado surgió la posibilidad de compartir las fiestas de fin de año juntos. Jannis vive en Laichingen, un pueblo de Baden-Wurtemberg, y Facundo emprendió viaje hasta allá después de casi cuatro años sin verse.
“Ojalá él pueda visitar Tucumán alguna vez. Este viaje nos dejó muchas anécdotas, fuimos juntos a un partido del VfB Stuttgart, tuvimos que viajar más de 200 kilómetros en auto para ver el partido de visitantes. Sacamos asientos en segunda fila y detrás nuestro se sentó la familia de Nicolás González (jugador argentino del Stuttgart). Después del partido conseguimos foto con Philipp Klement y Mario Gómez, leyendas del fútbol alemán”, añadió Facundo.
Unidos por la música
El gusto musical es algo que define la personalidad de muchas personas, por lo que una de las primeras preguntas al conocer a alguien es referida a las canciones que disfruta escuchar.
Cuando grandes artistas se presentan en el país, miles de personas compran entradas y esperan ansiosos el día del espectáculo. Por lo general y, varios meses antes, en las redes se crean grupos de WhatsApp que se dividen en sectores.
“Conocí a chicos de Francia, Bélgica, Chile, Brasil, Venezuela y casi toda Argentina en un show que dio Tini Stoessel en el Luna Park. Nos encontramos por redes sociales y hablamos durante meses hasta que nos conocimos en el show. Nos unió la pasión que nos genera nuestra ídola”, contó Valentina Palavecino (20).
“Lamentablemente hay que acostumbrarse a la distancia, cuando toca separarse los extrañás mucho y no sabés cuándo los vas a volver a ver. Pero por suerte y gracias a las redes, el contacto es muy fácil. Disfruto mucho cantar mis canciones preferidas con ellos”, agregó.
Claudia Robles (43) conoció a Lucrecia Araos hace ocho meses cuando la cantante Vanesa Martín se presentó en la provincia. “La confundí con Vanesa, tanto que no lo podía creer, la tuve que mirar muchas veces. Directamente le dije que es la Vanesa tucumana. Ella me sonrió, me agradeció y nos quedamos hablando”, recordó Claudia.
“Disfrutamos mucho del show, la pasamos mejor de lo que las dos nos lo esperábamos. Nos unió el amor por la música, la naturaleza y nuestra personalidad; nunca nos juzgamos en nada. Mis amigos son importantes en mi vida, más esos que tocan el alma sin necesidad de verlos seguido”, reflexionó.
Los libros y el baile
Miles de jóvenes asisten todos los años a la Feria Internacional del Libro que se realiza en Buenos Aires y son muchos más los chicos que disfrutan de perderse en las páginas de un libro.
Andrea Valeri (20) conoció a muchos amigos por compartir su pasión por la literatura en redes sociales. “Tengo amigos de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y muchas más provincias. Creamos un grupo para hablar de los libros que nos gustaban y después la amistad comenzó a crecer hasta volvernos íntimos”, detalló.
“Nos acostumbramos a la distancia que no fue un impedimento para que seamos amigos, siempre estamos presentes, aunque de una manera distinta. Lo importante es la relación de las personas no se pierda. Tuvimos debates fuertes con ideas enfrentadas, pero supimos separar eso de nuestra amistad y no pelearnos. Las despedidas son feas, cuando nos juntamos y toca irse es horrible decir ‘hasta el año que viene’ porque por lo general nos juntamos para la feria”, añadió.
En Tucumán hay cientos de academias de baile de los más diversos ritmos, y Camila Ferrero (21) formó parte de muchos de ellos, allí encontró a sus amigos en un viaje de competición. “Desde 2017 el grupo pasó a ser parte de mi familia. Nos unió la pasión por el baile, y lo mucho que disfrutamos subirnos a un escenario a bailar”, describió.
Según Camila, el paso del tiempo y la suma de responsabilidades comenzaron a hacer que el grupo se frecuente menos. “Todos nos dedicamos al arte y en el ambiente tenemos que aprender a tomar nuestras propias decisiones. Hay muchos bailarines que quieren probar suerte fuera de Tucumán porque quieren vivir del arte. A pesar de que hay amigos que no los ves haces años, la relación no cambia. Sin dudas todo depende de las personas con las que te rodeás”, concluyó.