Limpiar el dique El Cadillal fue la promesa de amor que se hizo un grupo de voluntarios

En el Día de los Enamorados, juntaron 30 bolsas de basura en las orillas y adentro del Celestino Gelsi.

ARDUA TAREA. Luego de dos horas de trabajo intenso, se lograron recolectar 30 bolsas repletas de basura. gentileza ente tucumán turismo  ARDUA TAREA. Luego de dos horas de trabajo intenso, se lograron recolectar 30 bolsas repletas de basura. gentileza ente tucumán turismo
16 Febrero 2020

“Dejemos de dar vueltas y pongamos una fecha”, fue el primer pensamiento en voz alta que pronunció uno de los cuatro amigos que estaban reunidos a la vera del dique Celestino Gelsi, con mates de por medio. En el Día de San Valentín, un grupo de tucumanos que se declaran amantes de la provincia, pusieron en marcha la propuesta “Enamorados de la naturaleza: acción de limpieza en el dique”. Con el apoyo de distintas organizaciones, la ilusión de ver un Cadillal más despejado y limpio se hizo realidad.

“Nos parecía importante transmitir a las generaciones futuras la idea de que es posible embellecer el lugar que habitamos”, comentó uno de los organizadores, Pablo Córdoba, de la ONG S.O.S Tierra Tucumán.

Otro de los organizadores, Gonzalo Paniagua, de Tucumán Kayak Club, le confesó a LA GACETA qué los motivó a realizar esta movida eco friendly: “vimos que por las intensas lluvias, la cantidad de basura que se acumuló en el dique era bastante así que pensamos en hacer un ‘barrido’ en la costa y en el agua”.

La convocatoria, que fue difundida de boca en boca y a través de las redes sociales, citó a los voluntarios a las 16.30 del viernes. El cielo grisáceo que amenazaba con desatar un diluvio, no detuvo a las 33 personas que contra viento y marea llegaron al sitio, dispuestas a colaborar en la recolección de residuos.

TRABAJO EN EQUIPO. Pobladores de la zona y visitantes se pusieron manos a la obra para transformar la villa turística en un sitio mejor. TRABAJO EN EQUIPO. Pobladores de la zona y visitantes se pusieron manos a la obra para transformar la villa turística en un sitio mejor.

“Hemos detectado un par de puntos críticos: uno es la bahía grande y otro es la costa este del dique”, señaló Córdoba, con un chaleco rojo, listo para embarcarse en el kayak. Con esos objetivos en la mira se organizó un plan de recolección para que grandes y chicos pudieran participar sin excusas.

La jornada duró dos horas. En total se recolectaron 30 bolsas con desechos recogidos del agua y de la playa. Los más experimentados entraron al lago en kayak y los otros hicieron la tarea de limpieza caminando por las orillas, contó Magdalena “Malu” Sorondo, integrante de S.O.S Tierra.

Cadillal al rescate

Algunos recorrieron las zonas más alejadas de la costa y otros la costa este donde la mayoría de los pescadores se concentran los fines de semana. Por último, el “grupo de infantería” se encargó de levantar todo tipo de residuos en las orillas del espejo de agua.

“Tenemos embarcaciones de apoyo para no tener que trasladar la basura en kayak. Luego nos vamos a encontrar a las 18.30 para llevar lo recolectado en cuatriciclos a los contenedores y así poder depositarlos en los puntos verdes”, apuntó Córdoba.

Sorondo añadió que una de las organizaciones puso a disposición más de 20 kayaks.

BUENA PREDISPOSICIÓN. Grandes y chicos se sumaron a la iniciativa ecológica con entusiasmo mientras recolectaban los residuos en bolsas de plástico con las manos protegidas. Los más experimentados trabajaron en los puntos más alejados del dique, por agua, con la ayuda del kayak y un chaleco salvavidas. BUENA PREDISPOSICIÓN. Grandes y chicos se sumaron a la iniciativa ecológica con entusiasmo mientras recolectaban los residuos en bolsas de plástico con las manos protegidas. Los más experimentados trabajaron en los puntos más alejados del dique, por agua, con la ayuda del kayak y un chaleco salvavidas.

Voluntarios como Diego Budeguer (41) y su hija Matilde de siete años estaban equipados para recolectar los desechos sin problemas. “Los chicos del Ente Tucumán Turismo nos dieron guantes de látex y bolsas plásticas, así que no trajimos más que nuestra presencia y ganas de ayudar”, contó Budeguer.

La basura

Aldana Frías, integrante de Tucumán Kayak Club, contó qué tipo de residuos son los que se acumulan y quiénes suelen “corromper” el orden en la zona del dique. “En las orillas de la playa es donde se junta mayor cantidad de basura. Siempre se encuentran paquetes de galletas y latitas de cerveza de las personas que suelen venir a pasar el día a la zona”, afirmó Frías.

A lo lejos pueden parecer flores irupé flotando en el agua. En realidad, se trata de las botellas plásticas que adornan con frecuencia la vista hacia el dique. Frías reveló que los pescadores tienen la mala costumbre de cortar botellas por la mitad y dejarlas en la playa: “el agua se las lleva y terminan ensuciando todo”.

Voluntarios de corazón

Visitante asidua de la villa turística, Natalia Figueroa, contó qué la motivó a colaborar: “es importante cuidar el medioambiente y concientizar a los más pequeños. Podemos tener un Cadillal mucho más limpio”.

Con bolsa en mano y actitud al 100%, Matilde Budeguer levantaba botellitas en la playa sin rezongar: “mi papá me dijo que me iba a gustar y tuvo mucha razón”.

Lucía Barrionuevo de siete años acompañó a su mamá a limpiar el área de la costa y con timidez explicó cuál era su trabajo: “vine a cuidar el medioambiente. Esta es la primera vez que participo en algo así”.

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