Cómo combatir los miedos en tiempos de pandemia

“El miedo es un mecanismo primario en todos los seres humanos. Nos ayuda a mantenernos alejados de situaciones que consideramos peligrosas y nos permite reaccionar de manera acorde. Pero cuando este miedo se vuelve exagerado e incontrolable, ocurre lo contrario, nos paralizamos y el malestar se intensifica”, definió el psicólogo Gonzalo Guerrero. Largas filas en las puertas de los supermercados. Compra excesiva de productos que dejaron las góndolas vacías. Extensas filas en oficinas públicas y gente que no se quedó en su casa a pesar de las recomendaciones. Dos grupos que, de una forma u otra, entraron en pánico o se mostraron indiferentes a la pandemia que recorre el mundo.

Psicólogos brindaron consejos para sobrellevar la cuarentena y sobre todo, mantener la calma. Guerrero afirmó que las redes sociales contribuyen a la “sensación de pánico” y recomienda buscar información solamente en medios de comunicación serios.

Ansiedad vs. relajación

“La gente sentía muy lejos al coronavirus, percibían más cerca otras situaciones que les generaban ansiedad como el dengue o la inseguridad. Sin embargo, la velocidad de expansión del virus a nivel mundial obligo a un cambio en la vida de todos los ciudadanos. Esto más allá de una adaptación física -que es no salir- obligó a una acomodación psíquica que en muchos casos no se da de la mejor manera”, explicó el profesional. Además, contó que las mejores formas de controlar un ataque de ansiedad son las técnicas de relajación; incluso hay aplicaciones gratuitas para descargar. Esta es una técnica ideal para disfrutar el tiempo en familia y reforzar los vínculos en medio de la incertidumbre. Sesiones por videollamada.

La licenciada Agustina Soria implementó las sesiones telefónicas o por videollamada para concientizar a sus pacientes sobre la importancia de quedarse en casa. “Muchos están con miedo, ansiosos y angustiados. Este contexto nos confronta con la realidad del límite humano que tenemos, y cómo estamos acostumbrados a vivir inmersos en un ritmo tan rápido y ahora tenemos que parar todo; hay que aprovechar este tiempo para nosotros”, recomendó.

Soria pidió a la gente que no estén pendientes todo el tiempo para saber la última información: “es muy importante poner límite a todo esto, y que el hecho de estar en casa no nos obligue a estar exclusivamente conectados por todos los canales y medios. Hay que desconectar para conectar con uno mismo”, añadió.

La psicóloga recomendó organizar una rutina con horarios y ponerse objetivos diarios para sentirnos funcionales, a pesar de estar en casa. “No hay que hacer futurología, porque ese es el mayor desencadenante de ansiedad. Confiar en que si tomamos todos los recaudos indicados, saldremos adelante, pero poniendo cada uno de su parte. Con el solo hecho de quedarnos en casa, estamos ayudando. La paranoia se desató porque todavía nadie sabe a ciencias ciertas cómo parar esta epidemia y –pidió- hay que mantenerse positivo”.

Fase de negación

En los últimos días, a pesar de las medidas del Gobierno, el centro tucumano estuvo repleto de personas. Además, la mayoría de oficinas públicas tenían filas que no respetaban el metro de distancia sugerido para evitar el contagio.

Según la psicóloga Florencia Santillán, todavía estamos en una fase de negación donde la gente aún no es consciente de lo que está pasando. “Al vivir tan apurados y llenos de tareas nos olvidamos de vernos a nosotros mismos y a los demás que nos rodean. Entonces si empezamos a vivir sin esas interferencias podemos crear lo nuevo. Para mantener la calma lo primero es aceptar la situación, tener en claro que no será fácil y requerirá de mucho esfuerzo y voluntad”, reflexionó.

Santillán opinó que debemos estar preparados para los días que vienen porque la situación podría volverse más compleja. Precisó que es normal sentirse molesto o ansioso ya que somos seres sociales y en muchas ocasiones dependemos de los otros. Y explicó: “el estar aislados no significa que estamos solos. El desconocimiento provoca incertidumbre, enfrentarnos a lo desconocido asusta y ahí es donde entrar las especulaciones. De igual forma, la sobreinformación es lo que enferma y genera una paranoia colectiva. Es importante tener un filtro de lo que se lee, escucha y comparte por WhatsApp. Los más propensos a la paranoia son las personas que les cuesta adaptarse a los cambios. Cualquiera esta propenso a caer en esta situación, por la paranoia colectiva se toman medidas irracionales: como comprar y abastecerse más de lo que necesitan. Esas actitudes son muy contagiosas y se mueven a través del miedo replicándose muy rápido. Tenemos que ser conscientes y pensar en el otro, quedarse en casa y no perder la calma”, finalizó Santillán.