La enigmática y atractiva figura de Lucía Bosé llenó la pantalla grande del cine internacional como estrella de grandes creadores. Ayer, retirada desde hace siete años de la actuación, falleció en Segovia por una neumonía causada por el coronavirus.
“Queridos amigos... les comunico que mi madre Lucía Bosé acaba de fallecer. Ya está en el mejor de los sitios”, escribía su primogénito, el cantante Miguel Bosé, en su perfil de Instagram.
La actriz nació en Italia, donde se consagró como la mayor belleza de su país en 1947 (tenía apenas 16 años), y luego se radicó España al casarse con el torero Luis Miguel Dominguín en 1955. Con él tuvo a Miguel (decidió llevar el apellido materno), y a sus hermanas Lucía y Paola Dominguín. El matrimonio duró una década. “De la misma forma en la que tuve valentía para casarme con él, también la tuve para decirle: ‘Vete a la mierda”, recordó la estrella en declaraciones al diario italiano La Reppublica.
Su trayectoria artística la llevó a incursionar el distintos géneros (del neorrealismo a la comedia rosa) y a trabajar con los grandes creadores de las décadas del 50 y 60: actuó en “Muerte de un ciclista”, rodada a las órdenes de Juan Antonio Bardem; “Crónica de un amor” y “La señora sin camelias”, de Micheángelo Antonioni; “Satiricón”, de Federico Fellini; “El testamento de Orfeo”, de Jean Cocteau; y “Así es la aurora”, de Luis Buñuel.
Pese a estar una importante cantidad de años alejadada del celuloide, Bosé recuperó su labor para participó en películas de cineastas como Antonio Mercero o Josefina Molina. Después sus participaciones fueron más esporádicas, hasta llegar a 2013, cuando rodó su última película, “Alfonsina y el mar”, de David Sordella.